Panna cotta de canela

 

Este es un postre que me pedís mucho, no me extraña por lo bueno que siempre queda, sea cual sea la variedad y ya llevo hechas unas cuantas y por su increíble textura, además que no deja de sorprenderme lo fácil que es de hacer, se prepara en cualquier momento y es perfecto para cualquier ocasión y aprovechando que hoy es festivo, pues me he metido en la cocina y dando rienda suelta a mi creatividad os traigo esta nueva versión, me ha encantado.

Si es la primera vez que pasas por aquí te recomiendo pasar por la sección de panna cottas, por si el sabor a canela no es de tu agrado, ahí vas a encontrar bastantes variedades, seguro que más de una te llama la atención.

Pero centrándonos en la de hoy, a mí me gusta el sabor de la canela ahí en su justa medida, que no sea demasiado potente y con las medidas de los ingredientes que veréis más abajo he conseguido el toque justo, muy agradable y manteniendo las características propias de la panna cotta.

Vamos a necesitar unos vasitos o flaneras, me ha dado para hacer 6 de ellas, una cazuela, una espátula para remover, un colador y una jarra, la receta solo lleva 30 minutos de tiempo.

Vamos a ello.

Ingredientes:

• 500 ml de nata para montar (35% materia grasa).
• 250 ml de leche.
• 2 ramas de canela.
• 80 g de azúcar moreno.
• 6 hojas de gelatina.

Elaboración:

En una cazuela echamos la leche y la nata, añadimos las dos ramas de canela (las lavamos previamente) y calentamos a fuego medio alto.

Cuando veamos que comienza a hervir retiramos del fuego e incorporamos el azúcar moreno, removemos hasta que se disuelva, dejamos reposar durante 20 minutos para que la mezcla se aromatice de la canela.

Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un cuenco con agua fría durante 10 minutos.

Volvemos a poner la cazuela a fuego medio-alto cuando veamos que está bien caliente, pero sin llegar a hervir apagamos el fuego, escurrimos las hojas de gelatina y las echamos, removemos como un minuto.

 

Colamos la mezcla en una jarra, por si queda algún resto de las ramas de canela, que al ir dándole vueltas con la espátula es posible aquí abajo como veis, repartimos la mezcla en las flaneras y dejamos que enfríen del todo y las llevamos a la nevera al menos 6 horas

Cuando vayamos a desmoldarlas ponemos agua bien caliente en un cuenco, cogemos un cuchillo de filo liso y con cuidado vamos a deslizar el cuchillo alrededor de cada panna cotta mientras lo vamos deslizando lo introducimos hasta el fondo, para despegar la panna cotta de la flanera.

Introducimos en el agua caliente un momento, como tres segundos y la damos la vuelta sobre un plato, agitamos para que salga y listo, 

Las decoramos con lo que más nos apetezca y a disfrutar de ellas, yo le espolvoree un poquito de canela en polvo por encima y la acompañe de una bola de helado, muy buena combinación.

Pequeños placeres, grandes momentos.