Os traigo un postre muy tradicional con un toque muy veraniego, ya sabéis mi debilidad por la panna cotta, me encanta su textura y sobre todo por la sencillez de la receta, lo rápido que se hace y que vale para cualquier ocasión, aunque no tengas nada que celebrar apetece igualmente cualquier día del año, así que cada cierto tiempo os enseño a hacer una nueva variedad.
Esta vez de mango, que no es una fruta que compre con frecuencia, pero que tenía ganas de ver si hacía buen equipo con este postre y vamos que si lo ha hecho, le aporta ese sabor agradable que tiene, que me recuerda un poco a algo entre el melocotón y la piña, cosas mías, y es muy apropiado ahora que estamos en días calurosos.
Nos harán falta unas flaneras si queremos servirlas a modo de flan, si no unos vasitos pequeños nos servirán, estos de yogures de cristal son perfectos, me ha dado para hacer 5 panna cottas, esto variara en función del tamaño de los moldes, pero bueno ya veis más o menos por donde va, además necesitamos la batidora, una cazuela y una espátula.
Vamos a ello.