Estas últimas semanas han sido una locura y casi se me ha pasado celebrar el séptimo aniversario de este blog, sí, siete años ya desde el primer postre que os mostré, para los que no lo sepáis fueron unas natillas tradicionales y desde aquel momento convertí en tradición hacer una nueva variedad de natillas cada 4 de Mayo, esta ver se me ha pasado la fecha por unos pocos días, para el año que viene me pondré un recordatorio en el móvil.
El dulce de leche ha sido el ingrediente protagonista este año, lo he usado ya unas cuantas veces en diferentes postres con muy buenos resultados y en este no ha sido una excepción, para aquellos que nunca lo habéis probado saber que tiene un sabor acaramelado similar al toffee que personalmente me gusta mucho, además en buena proporción como en este postre no resulta nada empalagoso, al contrario, lo hace tremendamente apetecible y es una opinión que comparten aquellos de por aquí que ya las han probado.
Para hacerlas vamos a necesitar una hora de tiempo, una cazuela, unas varillas y unos vasitos o cazuelitas para servirlas.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- Un litro de leche.
- 250 g de dulce de leche.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
- 5 yemas de huevo.
- 100 g de azúcar moreno.
- 40 g de harina fina de maíz.
Añadimos esta mezcla a la cazuela, lo ponemos a calentar a fuego medio-bajo, en mi caso al 2 de 6 y vamos a remover con las varillas sin prisa pero sin pausa, de manera constante y que las varillas lleguen al fondo de la cazuela para evitar que se cuaje, tendremos que estar así alrededor de 30 minutos hasta que espese, si es algo tedioso pero bueno si sois dos os turnáis, si no podéis poner la radio que ayuda a que pase mejor el tiempo, este es un paso importante y no hay que tener prisa, así que no subáis el fuego y ser pacientes.
Repartimos en los vasitos, cazuelitas, ramequines, etc, donde vayamos a servirlos, yo siempre les pongo una galleta María a cada natilla, pero es opcional, ahora tenemos que cubrir cada una con papel film para evitar se que forme costra, una vez frías las llevamos a la nevera, allí deberán estar al menos 4 horas.
Cuando las vayamos a servir retiramos con cuidado el papel film, si queréis les podéis espolvorear un poco de canela en polvo a cada una y a disfrutar, vais a notar su cremosidad simplemente al introducir la cucharilla y el toque acaramelado del dulce de leche en su justa media, no empalaga os lo aseguro.
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