Gofres de hojaldre rellenos de chocolate

 

Postre facilitó, para hacer cualquier momento porque se hace superrápido y no tiene ninguna dificultad, para un día así que os apetezca algo dulce y darle uso a la gofrera y hacer algo diferente, como me ha pasado esta tarde que se me ha ocurrido probar a hacerlos para no desaprovechar una lámina de hojaldre que tenía en la nevera, que en un par de días iba a caducar y ha quedado un postre muy interesante, otra variedad de gofres para la colección.

Lo único necesario para hacer este postre es una plancha para gofres, si no tenéis os animo a compraros una que además de estos tengo muchas otras variedades de gofres aquí en el blog y seguiré trayendo más.

Vamos a ello.

 

Ingredientes:

• Una lámina rectangular de hojaldre.
• Crema de cacao.
• Azúcar glas.

Elaboración:

Sacamos la lámina de hojaldre de la nevera y con cuidado la desenrollamos.

Vamos a cortar la lámina en cuadrados de la misma medida que la plancha para gofres, ayudados de un metro o una regla, lo que tengáis más a mano, para cada gofre vamos a necesitar dos cuadrados de hojaldre, como veis me ha dado para cortar 6 por lo que me ha dado para hacer 3 gofres.

Cogemos el bote de crema de cacao y con un cuchillo vamos a untar la mitad de los cuadrados de hojaldre, dejando un borde de un centímetro alrededor sin crema de cacao, los cubrimos con y presionamos los bordes para sellarlos.

 

Untamos con un poco de mantequilla la plancha para gofres, la cerramos y encendemos.

Una vez que este caliente la abrimos y ponemos los hojaldres, cerramos y los hacemos alrededor de 5 minutos, hasta que estén bien dorados, el tiempo puede variar de una gofrera a otra, pero como he comentado rondara los 5 minutos.

Una vez hechos los sacamos con cuidado de no quemarnos, ayudaros de una espátula, los ponemos en un plato y espolvoreamos un poco de azúcar glas sobre cada uno, que les queda muy bien.

Disfrutarlos, que están muy buenos y como veis se pueden hacer tanto para desayunar como en cualquier otro momento del día, en unos minutos ya los tenemos listos para hincarles el diente, no tienen porque ser de chocolate, se puede probar a rellenarlos de mermelada, dulce de leche, etc. 

Pequeños placeres, grandes momentos.