Hace bastante tiempo que sabía de la existencia de este tradicional bizcocho de Cataluña, pero nunca lo había probado hasta ayer que me decidí a hacerlo.
Comerlo ha sido toda una experiencia, porque si es cierto que en cuanto a ingredientes no tiene nada así especial digamos, es en su elaboración, separando las claras de las yemas, donde radica su característica principal, que es que conseguimos que nos quedé un bizcocho muy esponjoso, una textura increíble os lo aseguró, además bien cubierto con azúcar Glas por encima que le da su toque.
Nos va a hacer falta un molde redondo de 23 cm de diámetro, papel para horno, una batidora com varillas, una espatula y reservar una hora de nuestro tiempo para poner la receta en práctica.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- 5 huevos.
- 125 g de azúcar Moreno.
- Una pizca de sal.
- 75 g de harina fina de maíz.
- 25 g de harina de trigo.
- Azucar glas para decorar.
En otro cuenco, que sea grande porque ahí terminaremos de hacer toda la masa del bizcocho, ponemos las yemas con la otra mitad del azúcar, batimos a velocidad media-alta hasta que doble su tamaño y nos quedé una mezcla muy cremosa.
Ahora mezclamos la harina de trigo, de maíz y la levadura en polvo y vamos a ir integrándolo todo poco a poco, empezamos tamizando una tercera parte de esta mezcla de harinas y levadura sobre las yemas montadas, con una espátula y con calma realizando movimientos envolventes de abajo a arriba vamos a ir integrándolo.
Una vez hecho repetimos el proceso, tamizamos otra tercera parte de la mezcla de harinas y levadura y de nuevo sin prisa y con movimientos envolventes lo integramos, tomaros vuestro tiempo, esta vez notaremos que cuesta un poco más, una vez terminado echamos un tercio del merengue que habíamos preparado al principio y de nuevo realizamos suaves movimientos envolventes, que se conserve el aire del merengue.
Ahora añadimos el restante de harinas y levadura, también otro tercio de merengue y de nuevo movimientos envolventes, por último incorporamos lo que queda de merengue y terminamos de hacer la masa, la echamos en el molde que tendremos forrado con papel para horno, ponemos una hoja en el fondo tb lo cerramos, untamos con mantequilla las paredes y las cubrimos con papel, recortamos lo que sobre.
Con ayuda de la espátula lo extendemos bien y le damos un par de golpecitos sobre la mesa para que libere las burbujas que se han podido quedar atrapadas al verter la masa.
Lo llevamos al horno y lo ponemos en el nivel más bajo, lo vamos a hornear exactamente 35 minutos, vamos a ir viendo como va subiendo poco a poco y sube bastante, mi molde tiene 8 cm de alto, si el vuestro tiene menos altura cuando lo forréis con papel vegetal podéis dejar que este sobresalga un par de centímetros hacia arriba y listo.
Clavamos un palillo largo o un cuchillo en el centro para comprobar que esta hecho, si sale limpio es que ya está, de lo contrario lo hornearemos 5 minutos más y volveremos a comprobar, pero en principio con esos 35 minutos ya debería de estar hecho.
Lo sacamos del horno, normalmente os digo que dejéis enfriar un rato los bizcochos antes de desmoldarlos, pero en este caso hay que desmoldarlo en caliente, con cuidado de no quemarnos vamos a retirar el aro del molde y despacito le quitamos el papel vegetal que rodea el bizcocho, lo pasamos a una rejilla, baja un poquito y se queda la superficie algo rugosa, pero es normal, es asi como nos tiene que quedar nuestro Pa de Pessic de Vic.
Una vez frío le damos la vuelta sobre nuestra mano, le retiramos el papel de la base, lo ponemos sobre un plato y espolvoreamos azúcar glas sobre toda la superficie, cortamos con un cuchillo de sierra y a disfrutar, si es acompañado de un café mucho mejor.
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