Después de darle muchas vueltas me he hecho con una freidora de aire, muchos ya las conoceréis, pues en muy poco tiempo se han hecho muy conocidas y aunque tenía mis dudas, por el uso que le podría dar, tras investigar un poco he visto que hay bastantes recetas para sacarle partido a este electrodoméstico, el cual en un principio pensaba que me iba a ocupar bastante espacio en la cocina, no es tan grande como pensaba y cuando no la estoy utilizando la tengo en un rincón de la encimera y no molesta para nada.
A lo que no le tuve que dar vueltas era al primer postre que iba a hacer con ella, vamos que lo tenía decidido antes de comprarla, si es que ya sabéis de mi gran afición por la tarta de queso, he hecho ya unas cuantas y por lógica tenía que estrenar la freidora con una de estas, tras ver y probar el resultado ha sido una gran elección, la freidora de aire es como un pequeño horno y con las cantidades de ingredientes que veréis en breve y el tiempo necesario ha quedado muy cremosa y tan buena como siempre queda una tarta de queso, además nos queda de un tamaño más reducido, perfecto para hacerla cuando quieras disfrutarla pero sin hacer una tarta grande que sería para más gente, cuando organizas una cena por ejemplo.
Aparte de la freidora de aire nos va a hacer falta un molde de 15 cm de diámetro por 8cm de alto, papel para horno y la batidora.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- 200 g de queso crema.
- 185 g de queso fresco de Burgos.
- 85 g de azúcar moreno.
- 30 g de harina de trigo.
- 3 huevos.
- 200 ml de nata para montar (35% materia grasa).
Cogemos una hoja de papel para horno y la mojamos bajo el grijo, hacemos una bola y la apretamos con las manos para escurrirla, nos va a quedar como si fuese una tela, la ponemos en el molde, como cuando hacemos la tarta de queso de La Viña y recortamos lo que sobresale del molde, es importante esto para evitar que el papel se queme con la resistencia de la freidora.
Cuando termine retiramos el cajón de la freidora hasta la mitad para que se vaya templando la tarta, unos 15 minutos, después la sacamos con ayuda de un trapo a un guante de cocina y dejamos que enfríe del todo antes de llevarla a la nevera, allí deberá estar al menos dos horas.
Sin duda os va a sorprender lo buena y cremosa que ha quedado, la vais a disfrutar muchisimo.
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