En estos años que llevo con el blog he hecho ya unos cuantos flanes (con el de hoy llegamos al número 20, que se dice pronto, me encanta ya lo sabéis, si haría una lista de postres favoritos, el flan estaría entre los de más arriba y puedo estar seguro de algo, que este es el más cremoso de todos y no creo que exista otro que pueda superarlo en ese sentido, es algo que se intuye con dos de los ingredientes que lleva: leche condensada y queso crema, pero sin duda ha superado mis expectativas.
Eso sí, llena bastante, así que no lo recomiendo para después de una comida copiosa que a lo mejor reventáis.
Nos van a hacer falta unas flaneras, ya sean desechables de las que venden en los supermercados o de las metálicas que podéis encontrar en ferreterías, una batidora, un cazo y una hora de tiempo, con las cantidades de ingredientes que os pongo a continuación nos da para hacer al menos 10 flanes, el número puede variar en función del tamaño de las flaneras.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- Para el caramelo: 150 g de azúcar moreno y 75 ml de agua.
- 6 huevos.
- 40 g de azúcar moreno.
- Medio litro de leche.
- 370 g de leche condensada.
- 350 g de queso crema.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
Elaboración:
Empezamos encendiendo el horno a 180 grados, con calor arriba y abajo, colocaremos una bandeja apta para el horno con agua hasta la mitad
Ahora nos ponemos con el caramelo, en un cazó echamos el azúcar moreno y el agua, inclinamos el cazó en todas direcciones para que el agua y el azúcar se mezclen bien, lo ponemos fuego alto y mientras se calienta le daremos al cazó unos movimientos circulares de vez en cuando.
Cuando la superficie burbujee lo retiramos del fuego, comprobamos que el azúcar se ha disuelto del todo y repartimos el caramelo en las flaneras.
En un cuenco grande echamos los huevos, el azúcar moreno, la leche condensada, el queso crema y el aroma de vainilla, cogemos la batidora y a velocidad medio-baja batimos hasta ver que se han mezclado todos nuestros ingredientes.
Ahora con un cucharón vamos a ir repartiendo la mezcla en las flaneras, como he dicho antes da para hacer al menos 10 flanes.
Con cuidado ponemos los flanes en la bandeja con agua que tenemos en el horno, vamos a hornear nuestros flanes al baño María durante 45 minutos, en principio no es necesario cubrirlos, pero sí que os recomiendo tener papel albal a mano, por si veis que la superficie de los flanes cogen mucho color y podrían quemarse, cada horno es un mundo ya sabéis.
Si en vez de flaneras optáis por hacerlo en un molde tipo plumcake, como he hecho otras veces, el tiempo en el horno sé ira a al menos una hora, seguramente en este caso si sea necesario que lo acabéis cubriendo con papel albal.
Para saber si ya están hechos clavamos un cuchillo o palillo en un par de flanes y si sale limpio es que ya están hechos, apagamos el horno, abrimos la puerta y los dejamos dentro unos diez minutos, que las flaneras estarán muy calientes, pasado ese tiempo los retiramos y dejamos que enfríen, después los llevamos a la nevera y los dejamos ahí al menos 5 horas, aunque preferiblemente lo mejor es que estén toda la noche.
Cuando llegue el momento del postre y los estéis disfrutando tenéis que recordar esta frase "Esto lo he hecho yo y está increíble".
Para desmoldarlo, cogemos un cuchillo, lo introducimos con cuidado entre el flan y la flanera, hasta el fondo, deslizamos el cuchillo por todo el borde, inclinamos la flanera sobre el plato y con el cuchillo hacemos que entre aire, caerá enseguida, puede que la primera vez quede boca abajo, a mi me ha pasado, es cuestión de practicar os lo aseguro.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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