Hasta ahora pensaba que la calabaza no servía más que para hacer puré y poquito más, pero haciendo postres me he dado cuenta de lo equivocado que estaba, que tienen un gran potencial en la cocina, pues como muchos ya sabreis este no es mi primer postre con calabaza, que ya he hecho algun que otro anteriormente usandola como ingrediente principal y los resultados han superado mis expectativas.
El que os traigo hoy es todo un clásico de la repostería que se puede hacer con calabaza, una tarta que además del buen sabor que esta le proporciona me ha sorprendido la buena combinación de sabores que lleva un que la complementan, con toques de canela, jengibre, nuez moscada y vainilla, que en conjunto con el sabor de la calabaza nos proporcionan una agradable experiencia en la hora del postre.
Hacer la tarta nos va a llevar una hora y necesitaremos una batidora, un recipiente grande apto para el microondas y donde iremos haciendo la masa de la tarta y un molde circular de 27 cm de diámetro y 3 cm de altura.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- Una lámina redonda de masa quebrada.
- 750 g de calabaza (sin piel ni pepitas).
- 150 g de azúcar moreno.
- 100 ml de leche.
- 150 ml de nata (35% de materia grasa).
- 4 huevos.
- 40 g de harina de trigo.
- Una cucharadita de canela.
- Un cuarto de cucharadita de nuez moscada.
- Un cuarto de cucharadita de jengibre en polvo.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
- Una pizca de sal.
Cogemos la batidora y la vamos a todo muy bien, hasta que veamos que no queda nada por mezclar, que se han integrado completamente todos los ingredientes.
Pasados los 45 minutos le clavamos un palillo o cuchillo y si sale limpio es que ya está hecha, apagamos el horno y la dejamos ahi dentro con la puerta medio abierta durante 10 minutos, luego la sacamos y lo mejor es ponerla sobre una rejilla hasta que enfríe del todo y ya llevarla a la nevera.
Deberá estar en la nevera al menos 4 horas, lo mejor es hacerla el día de antes y dejarla toda la noche enfriando.
Llegados al momento del postre la desmoldamos, este molde que he usado es desmontable, empujando la base sale la tarta sin problemas, si el vuestro es de una sola pieza lo mejor es que antes de poner la lamina de masa quebrada recorteis un par de tiras de papel vegetal y las coloquéis en el molde de manera que sobresalgan por los lados para en este punto tirando de ellas podáis sacar la tarta.
Cogemos un cuchillo y empezamos a repartir, acompañada de un buen café la vais a disfrutar de principio a fin.
Creo que he explicado bastante bien como hacer esta tarta, pero cualquier duda podéis poneros en contacto a través de las distintas redes sociales, las tenéis en la parte superior a la derecha.
Pequeños placeres, grandes momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog.