La llegada del otoño nos ha dejado la huerta llenita de buenas calabazas, hay que ver que tamaño han cogido y sobre todo que color más naranja e intenso tiene su pulpa, y con una materia prima de semejante calidad me ha faltado tiempo para meterme en la cocina y darle uso en algún postre, era inevitable, creo que un bizcocho es una buena a opción para comenzar a usar la calabaza en repostería, si, he dicho comenzar porque van a llegar más postres con la calabaza como ingrediente principal próximamente, me ha gustado el resultado y le he cogido gusto a la calabaza.
Y es que no es para menos, vais con que facilidad nos va a quedar un esponjoso y alto bizcocho de calabaza, que aunque en un principio no os llame mucho esta fruta os animo a darle una oportunidad, si al parecer es una fruta, lo he buscado en internet porque no lo tenía claro, como se suele decir no te acostaras sin saber una cosa más.
Necesitaremos un molde desmontable de 22 cm de diámetro, la batidora y el accesorio de las varillas o un batidor-amasador y más o menos una hora para hacer este bizcocho.
Vamos a ello.