Suelo ser bastante impulsivo a la hora de cocinar, sobre todo con el tema de la repostería, es que puedo estar un día en el trabajo por ejemplo y de repente se me cruza el pensamiento de que me apetece hacer un flan... y ese día cae un flan, pero por una temporada voy a cambiar un poco el chip, ahora me he organizado un poquito y así le saco más partido al tiempo, que la verdad que día que pasa no vuelve, tengo planificadas unas cuantas ideas para postres que irán llegando en las próximas semanas, vaticino un último trimestre para este 2021 muy dulce, habrá gofres, tartas de queso (que ya sabéis que me encantan), magdalenas, postres muy tradicionales, mi querida Galicia tendrá también su protagonismo, etc.
Pero centrándonos en el postre de hoy, os traigo algo que tan pronto lo puedes hacer para una cena o simplemente para disfrutar tranquilamente en casa, una tarta muy sencilla de hacer, si yo puedo hacer estos postres por supuesto que vosotros también podéis, lo que viene siendo la preparación de la masa nos llevara apenas cinco minutos y terminar la tarta estará terminada en una hora, con un resultado simplemente espectacular, se nota el sabor a yogur en cada bocado que le damos.
Para llevar a cabo esta receta necesitaremos unas varillas, un cuenco grande donde mezclar los ingredientes, papel vegetal y un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Vamos a ello.