Tarta de queso y yogur griego

 

Para un reconocido adicto a las tartas de queso como yo (y sé que muchos de vosotros también lo sois), me encanta la idea de ir probando a hacer nuevas variedades de este postre, si es que es todo un placer de ahí que con esta lleve 10 variedades en el blog y hay un montón por descubrir, así que hoy aprovechando la tarde lluviosa he cogido y me he puesto a hacer una tarta de queso en el horno, añadiendo yogur griego, lo cual ha sido todo un acierto, cuando la pruebas notas claramente los sabores de ambos ingredientes principales.

Además es que es un postre superfácil de hacer, básicamente es mezclar los ingredientes que veréis más abajo y llevarla al horno, con todo el tiempo que tenemos no hay excusa para no hacerla, salvo que no te guste la tarta de queso, hay alguna persona así que se le va a hacer.

Necesitaremos un molde desmontable de 22 cm, he usado un batidor-amasador para hacer la mezcla de la masa, que es comodísimo, pero se puede usar una batidora que tenga regulador de velocidad con las varillas, o incluso se puede hacer de forma manual con unas varillas de mano y también nos hara falta papel de horno.

Es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, yo lo saco una hora antes de empezar de la nevera, vamos a ello.

Ingredientes:

• 300 g de queso crema. 
• 375 g de yogur griego. 
• 150 g de azúcar Moreno. 
• 4 huevos. 
• 40 g de harina de maíz. 

Elaboración:

Empezaremos encendiendo el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, que hacer la masa lleva muy poco tiempo y el horno tiene que pillar temperatura. 

En el batidor-amasador y o en un cuenco grande echamos el queso crema, el yogur griego, el azúcar moreno, los huevos y por último la harina de maíz tamizandola con un colador, batimos con las varillas a velocidad baja, en menos de 5 minutos tendremos lista la masa de la tarta, o como dije antes podemos hacerlo con unas varillas de forma manual, costará más pero bueno cuestión de gustos. 

 

 

Una vez que tengamos una masa cremosa y sin grumos (que será cuestión de pocos minutos) dejamos de batir, cogemos una lámina de papel para horno, la humedecemos y escurrimientos bien apretándola, queda como una tela, la ponemos en el molde y vertemos la masa. 

 

 

Lo metemos en el horno a altura media-baja y lo vamos a hornear durante una hora, poco a poco vamos a ir viendo como sube, cuando lleve unos 50 minutos se hinchara como si fuese un globo, tranquilos que no explota, cojera algo de color la superficie y a la hora lo apagamos y sacamos del horno, veremos que empieza a bajar enseguida, dejamos que enfríe del todo y la llevamos a la nevera. 

 

 

 

Dejamos que se temple como una hora y lo metemos en la nevera, debe estar enfriando al menos 3 horas, lo mejor es hacerla el día de antes y así la podemos tener en la nevera toda la noche.

Cuando vayamos a servir la tarta quitamos la pared del molde, con cuidado retiramos el papel de los bordes de la tarta, podemos recortar el papel o bien pasarlo a un plato, ponemos uno encima, le damos la vuelta con cuidado, retiramos el papel de la base de la tarta y ponemos otro plato que sera en el que lo sirvamos, volvemos a darle la vuelta y listo.

 

 

Lo mejor es ponerlo en el centro de la mesa, que la gente la admire antes de empezar a cortarla en porciones y repartirla, les a encantar, se nota el sabor del queso y yogur griego claramente.
 

En estos días que apetece quedarse más en casa os animo a aprovechar el tiempo y hacer esta tarta.

 

Pequeños placeres, grandes momentos.