domingo, 28 de febrero de 2021

Tarta de queso y manzana

 

Continuo ampliando el catálogo de tartas de queso, un postre que nunca me cansaré de hacer, como sabeis me declaro adicto a este tipo de tartas y para esta ocasión sumamos una variedad que combina una clásica tarta de queso hecha en el horno con una capa de finos gajos de manzana en la parte superior, hace muy buena combinación.

La inspiración se la debo a @elrincondulcedecris, una cuenta de Instagram a la que sigo desde hace bastante tiempo y tiene ideas muy interesantes, donde vi una tarta como esta y a la que le he dado mi toque personal para adaptarla un poco más a mi gusto.

Para hacerla necesitaremos un molde desmontable redondo de 22 cm de diámetro, papel para horno y una batidora. la preparación de la tarta nos llevará entre 5 y 10 minutos y tras eso solo hay que hornearla, es un postre muy sencillo y que podéis hacer en cualquier momento, es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, yo saque aquellos que tenía en la nevera como una hora antes de empezar a hacer la tarta.


Vamos a ello.


Ingredientes:
  • 3 huevos. 
  • 330 ml de nata para montar. 
  • 120 g de azúcar moreno. 
  • 75 g de harina. 
  • 300 g de queso crema. 
  • Una manzana golden.

Elaboración:

Primero encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
 
En un cuenco grande o en el vaso de la batidora echamos la nata, los huevos, el azúcar moreno, la harina tamizada y el queso crema, lo batimos hasta que veamos que se han mezclado. 


Cogemos una hoja de papel para horno y la mojamos, hacemos una bola y la escurrimos apretándola bien con las manos, nos quedará como una tela, la colocamos en el molde ajustandola bien y nos ponemos con la manzana, la pelamos, cortamos por la mitad y retiramos el centro, luego la fileteamos.


Vertemos la mezcla en el molde, cogemos la manzana y la ponemos por toda la superficie, he empezado poniéndola toda alrededor y luego algunos trozos en el centro.


Lo introducimos en el horno a altura medio-baja (la segunda altura empezando por abajo) y lo horneamos entre 50 minutos y una hora, le clavamos un palillo y si sale limpio es que ya está hecha, si no lo dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar.

 

Lo sacamos del horno y dejamos que enfríe, veremos como va bajando poco a poco, después lo llevamos a la nevera y dejamos la tarta enfriando al menos 5 horas, lo mejor es hacerla el día de antes para que esté en la nevera toda la noche.

 

Cuando vayamos a servirla la desmoldamos y retiramos con cuidado el papel de horno, para rematarla le he puesto mermelada de albaricoque por encima.



Cuando sirvo una tarta lo que suelo hacer es ponerla en el centro de la mesa para que la gente la admire, luego cojo el cuchillo y la voy cortando en porciones e ir pasándolos, el primer bocado siempre es el mejor, notas el clásico sabor de una tarta de queso, con el aporte de la manzana que lleva encima y la mermelada que le hemos puesto al final, toda una experiencia.

Pequeños placeres, grandes momentos.

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