viernes, 25 de diciembre de 2020

Tarta de limón y merengue

Tarta de limón y merengue | Siempre hay hueco para el postre

Llego otra Nochebuena y para mí otra ocasión especial para lucirme ante la familia, esta vez tenía más ganas que nunca tras este duro año que hemos vivido, que ha sido cuanto menos complicado con todo el asunto del Covid-19, siempre cuando acaba el año pensamos que rápido ha pasado, pero esta vez tenemos ganas de que se acabe y de que se empiece a ver luz al final del túnel.

Bueno para esta cena eche mano de mi lista de postres pendientes y enseguida lo tuve claro, tenía que hacer tarta de limón y merengue, ya había probado la crema de limón y el merengue por separado y me encanta, pero no me he conformado con hacer un merengue sencillo para esta tarta, decidí hacerlo con merengue suizo, que es un poquito más elaborado pero muy sencillo de hacer y nos queda muy firme y brillante, al probarlo me recordó a unos pasteles de merengue de una pastelería de Basauri que comía cuando era niño, ha sido todo una viaje a la infancia.

Para hacer esta tarta he utilizado un molde de 27 cm de diámetro y 3 cm de alto, que es desmontable y que una vez hecha la tarta es muy fácil de sacar de él, también necesitaremos o un batidor-amasador o una batidora con varillas, hay que hacer 3 cosas, la base, el relleno de limón y el merengue, pero bueno con que reservéis una hora de vuestro tiempo para hacerla tendréis tiempo de sobra.

Vamos a ello.


Ingredientes:
  • Una lámina redonda de masa quebrada.
  • 4 yemas de huevo.
  • 150 g de azúcar.
  • 60 g de harina fina de maíz.
  • 120 ml de zumo de limón.
  • Medio litro d
  • Ralladura de un limón.
  • Medio litro de leche.
  • 75 g de mantequilla.
  • Para el merengue suizo: 4 claras de huevo y 220 g de azúcar.

 

Elaboración:

Empezaremos por hacer la base, encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, ponemos la lámina de masa quebrada en el molde y recortamos lo que sobre, con un tenedor pinchamos varias veces por toda la lamina, la cubrimos con papel albal y ponemos garbanzos encima, lo horneamos 15 minutos a altura medio-baja, pasado ese tiempo la sacamos del horno, retiramos los garbanzos y el albal, ahora mismo lo tenemos precocinado y lo volvemos a meter en el horno hasta que tengo un color bien doradito. Los garbanzos ya no se pueden comer, pero nos servirán para hacer lo mismo en otros postres.

 
Ahora nos ponemos con el relleno de crema de limón, primero mezclamos las yemas con el azúcar con unas varillas, cuando tengamos una mezcla cremosa añadimos la ralladura de limón y la harina de maíz, esto es mejor mezclarlo con una espátula.
 


 
A continuación en una cazuela echamos el zumo de limón, la mezcla que acabamos de hacer y la leche, calentamos a fuego medio sin dejar de remover con las varillas hasta que tengas una crema espesa, tarda más o menos unos 10 minutos.




Retiramos del fuego y añadimos la mantequilla, removemos hasta que se funda y se integre bien en la crema, echamos la crema en un cuenco grande o una ensaladera y lo cubrimos con papel film, que el papel film esté en contacto con toda la superficie para que no se forme costra al enfriarse.



Mientras dejamos que la crema de limón se vaya templando nos vamos a poner a hacer el merengue suizo, hay que calentarlo al baño María mientras mezclamos los ingredientes del merengue, echamos agua en una cazuela y lo calentamos a fuego medio, cuando el agua haya cogido temperatura ponemos un cuenco de cristal encima y echamos el azúcar y las claras, removemos con unas varillas hasta que se disuelva el azúcar, unos 5 minutos, echamos las claras con azúcar donde vayamos a montarlas.



Batimos a velocidad alta hasta que tengamos un merengue bien firme, que podamos dar la vuelta al cuenco y no se caigan, vais a ver que merengue más brillante nos queda.


Ahora vamos a montar nuestra tarta, retiramos el papel film que cubre la crema de limon y le damos unas vueltas con la espátula, luego vamos poniendo merengue sobre la tarta y con cuidado lo extendemos por toda la superficie de la tarta.


Por último vamos a darle la característica decoración que tiene esta tarta, cogemos una cuchara y apoyamos el dorso sobre el merengue, levantamos y así vamos haciendo picos y ondulaciones por toda la superficie del merengue, me lo he pasado en grande en esta parte.

Luego hay que tostarlo ligeramente, lo más fácil y rápido es hacerlo con un soplete, como no tenia he optado por hacerlo en el horno, lo encendemos a 220 grados con la función de gratinar, cuando alcance la temperatura metemos la tarta a altura media, cada minuto vamos comprobando como va hasta que el merengue coja un tono tostado clarito, lo he tenido exactamente 6 minutos.

 

Sacamos del horno, la dejamos reposar 10 minutos y la llevamos a la nevera, que esté enfriando al menos 5 horas.

Cuando llegue en momento del postre y pongáis esta tarta en el centro de la mesa vais a ver la cara de asombro de la gente y ya no os digo nada de cuando la prueben, cosas como "buff que buena", "está increíble", etc, lo vais a escuchar mucho.

Una de las mejores tarta que he hecho, ya me están preguntando cuando la voy a volver a hacer.

Pequeños placeres, grandes momentos.

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