domingo, 30 de agosto de 2020

Panna cotta de yogur griego rellena de mermelada de fresa


Si me seguís desde hace tiempo sabréis que las panna cottas han sido uno de mis mejores descubrimientos desde que empece con la repostería, es sin duda uno de los postres más fáciles que he hecho y una gran elección para una pequeña comida entre amigos, cosa que últimamente está complicada por todo esto de la pandemia, hay que extremar las precauciones y principalmente limitarse a aquellas personas con las que tenemos más contacto, espero de verdad que empiecen a llegar buenas noticias.

Para esta ocasión me decanté por hacerlas de yogur griego, que le aportan un extra de cremosidad al postre y por si eso no fuera suficiente decidí rellenarlas de mermelada de fresa que cuando le das el primer bocado ves como sale la mermelada y se asemeja a un coulant de chocolate, por cierto ese es un postre que todavía no he hecho, anotado para el futuro. 

Para hacerlas solo necesitaremos una cazuela, unas varillas para remover y unos moldes, unas flaneras van perfectas para hacer este postre, me ha dado para hacer siete y llevar a cabo la receta solo necesitaremos 15 minutos.

Vamos a ello.



Ingredientes:
  • 500 g de yogur griego.
  • 500 ml de nata para montar.
  • 60 g de azúcar glas.
  • 6 láminas de gelatina.
  • Mermelada de fresa.

Elaboración:

Nuestro primer paso será poner las láminas de gelatina a hidratar en un cuenco con agua fría, necesitaran al menos durante 5 minutos.

Luego en una cazuela echamos la nata, la calentamos a fuego medio-alto hasta que esté bien caliente, no hace falta que hierba, apagamos el fuego y añadimos el azúcar glas y removemos como un minuto.

Escurrimos las hojas de gelatina y las echamos en la cazuela, removemos hasta que veamos que se han deshecho e integrado en la mezcla.


Por último añadimos el yogur griego y removemos hasta mezclarlo todo bien.



Con un cucharón repartimos en los moldes y dejamos que se templen, después los metemos en la nevera al menos 5 horas.



Hasta aquí ya tendríamos un postre muy bueno, pero si queremos lucirnos un poco con nuestros comensales vamos a hacerlo un postre de 10 rellenando cada panna cotta con mermelada.

Pasadas 5 horas ya podemos proceder a rellenarlas, las sacamos de la nevera y con una cucharilla vaciamos el centro de cada una y las rellenamos con la mermelada, he escogido de fresa pero el sabor os lo dejo a vuestra elección



Los trozos de panna cotta los ponemos en un cazo a fuego medio hasta que se deshagan, entonces vertemos un poco en cada molde para cerrar las panna cottas y las volvemos a llevar a la nevera.


Cuando llegue el momento del postre y vayamos a servir nuestras panna cottas echaremos agua caliente en un cuenco, luego pasaremos la punta de un cuchillo entre lo que es la panna cotta y el molde introduciéndolo como un centímetro, después metemos el molde en el agua caliente unos 10 segundos, con cuidado que no entre agua en la panna cotta y le daremos la vuelta sobre un plato, agitamos un poco el molde y debería salir fácilmente, si no lo pasamos por el agua caliente unos segundos más.

Lo decoré con unos arándanos por encima y alrededor de la base unas almendras crocanti, le aportan un buen contraste de texturas, de ahí lo llevamos a la mesa, lo mejor es no decirle a la gente que están rellenas para que se sorprendan, no van a dejar nada en el plato.

Pequeños placeres, grandes momentos.


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