Tarta de queso cremosa

Creo que si algo debemos aprender de todo el confinamiento que hemos vivido y de la actual situación es saber apreciar los buenos momentos y si son en buena compañía mejor que mejor, como podéis ver he hecho una nueva tarta de queso, en esta ocasión muy cremosa, un estilo a la tarta de queso de La Viña, salvando las distancias, no lleva un kilo de queso crema por ejemplo y la hice para una pequeña reunión de amigos que hicimos ayer y que ya habíamos pospuesto demasiado tiempo, a la hora de repartirnos las tareas yo me encargue del postre, obvio.

Para hacer esta tarta de queso es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, así que una hora antes de comenzar con la receta los sacaremos de la nevera, esto facilitara mucho el poder trabajar con ellos y que se mezclen bien, además de los ingredientes vamos a necesitar una batidora con varillas, un molde circular de 22cm y papel para horno, la receta no tiene más dificultad que otras tartas de queso que ya he hecho aquí en el blog.

Vamos a ello.

Ingredientes:

• 4 huevos
• 150 g de azúcar moreno.
• 400 ml de nata para montar.
• 500 g de queso crema.
• 20 g de harina de trigo.

Elaboración:

Antes de empezar con la masa de la tarta vamos a encender el horno a 200 grados con calor arriba y abajo, además vamos a dejar preparado el molde, cogemos una hoja de papel para horno, la humedecemos bajo el grifo, escurrimos y la ponemos en el molde, ahora ya si empezamos con la receta, batimos los huevos con el azúcar a velocidad alta durante 5 minutos.

Ahora vamos a ir añadiendo e integrando el resto de ingredientes, primero el queso crema, lo batimos a velocidad media hasta que veamos que se ha mezclado bien, después vertemos la nata y batimos de nuevo a velocidad media y por último tamizamos la harina y batimos a velocidad baja hasta que veamos que se ha integrado.

Vertemos la masa en el molde, que como he dicho antes lo tenemos ya preparado con la hoja de papel para horno humedecida.

Lo introducimos en el horno a una altura medio-baja, en el caso del mío en la segunda altura empezando por abajo, lo horneamos 10 minutos a 200 grados y luego 40 minutos a 180 grados, veréis como sube bastante a medida que pasa el tiempo de horneado, pero tranquilos que no se saldrá del molde.

Pasados los 50 minutos sacamos la tarta del horno y dejamos que enfríe del todo, comenzara a bajar enseguida, como veis en la imagen de la izquierda, una vez fría la metemos en la nevara hasta la hora del postre, recomiendo sacarla de la nevera unos 20 minutos antes para que se atempere un poco y esté cremosa.

Se que ya hace bastante calor y no apetece mucho encender el horno, pero si os animáis a hacer esta tarta de queso os aseguro que no os va a defraudar.

Pequeños placeres, grandes momentos.