Granizado de limón

Es verano y el cuerpo nos pide cosas buenas y refrescantes para combatir el calor, hay muchos postres para ello, tenemos helados, sorbetes... y también granizados, bien de hielo mezclado con zumo, tremendamente bueno.

Se me ha ocurrido hacerlo esta mañana que ya desde primera hora se notaba que apretaba el sol y quería aprovechar para bajar a darme un chapuzón a la piscina y tomar un poco el sol, que con esto del confinamiento estamos muy blancos, así que he cogido unos limones que tenía en la nevera, a tope de vitamina C y me he puesto manos a la obra; luego me teníais que ver, ahí estaba yo al sol, con esto para tomar y la piscina al lado, disfrutar de la vida que día que pasa no vuelve.

Para hacerlo solo nos hará falta una batidora, el vaso de la batidora, 10 minutos para seguir los pasos de la receta y luego llevarla al congelador unos 30 minutos, nos va a dar para tres hacer granizados con las cantidades que veréis a continuación, es un postre para hacer casi al momento, vamos a ello.



Ingredientes:

• 3 limones.
• 50 gramos de azúcar moreno.
• 250 ml de agua.
• 20 cubitos de hielo.

Elaboración:

Rallamos la piel de uno de los limones, con cuidado de no llegar a la parte blanca y la echamos en el vaso de la batidora, añadimos el azúcar moreno, exprimimos los limones, colamos el zumo y también lo añadimos.

Cogemos la batidora y batimos un minuto para mezclar bien el azúcar con el resto de ingredientes, agregamos el agua y batimos de nuevo como medio minuto.

Echamos los cubitos de hielo, de esos de las cubiteras que todos tenemos en el congelador, batimos con la batidora a velocidad baja hasta triturar muy finamente todos los cubitos, lo metemos en el congelador en la propia jarra durante 30 minutos, cada 10 minutos lo removemos con un tenedor, como es poca cantidad lo metemos en la propia jarra, si hacéis el doble por ejemplo lo mejor será echarlo en una bandeja de cristal para que se refrigere todo por igual.

Lo repartimos en unos vasos y servimos, os advierto que es muy adictivo y una vez que lo haces te entraran ganas de hacer más o probar con otros sabores, al menos eso es lo que me ha pasado a mi.

Pequeños placeres, grandes momentos.