Le metí bastante caña al blog durante el confinamiento aprovechando bastante el tiempo libre para hacer más postres de lo habitual, aparte de cocinar alguna que otra cosilla para la que habitualmente no tienes tiempo, pero la verdad que este mes de Junio he estado algo ocioso en el tema de la repostería y eso es algo que voy a cambiar a partir de hoy, pues tengo en mente varias ideas que quiero sacar adelante en lo que queda de mes.
La primera comienza con el postre que tenéis en la imagen, he visto esta mañana que tenía unos yogures naturales y algunos huevos en la nevera que caducaran pronto y como no me gusta tirar comida pues me he puesto a hacer otro bizcocho de yogur, para esta ocasión le he añadido unas pepitas de chocolate para darle un toque diferente.
Necesitaremos un molde rectangular tipo plumcake de 24x11x8cm, un batidor-amasador o batidora con varillas y para que nos quede bien el bizcocho es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, así que aquellos que tengamos en la nevera los sacaremos una hora antes de empezar con la receta, ahora os pongo las cantidades y a continuación como se hace, nos va a llevar una hora hacerlo, vamos a ello.
Ingredientes:
- 3 Huevos.
- Un yogur natural.
- Una medida de yogur de azúcar moreno.
- Una medida de yogur de aceite de oliva.
- Una pizca de sal.
- Tres medidas de yogur de harina para repostería.
- 15 g de levadura en polvo.
- Pepitas de chocolate.
Elaboración:
Antes de ponernos a hacer la masa del bizcocho vamos a preparar el molde para dejarlo ya listo, podemos forrarlo el interior con papel para horno o bien untarlo con mantequilla y enharinarlo.
Encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
Ahora si nos ponemos a hacer la masa, empezamos batiendo los huevos con el azúcar a velocidad alta durante 5 minutos.
Seguidamente y a ser posible sin dejar de batir añadimos el aceite de oliva, luego el yogur natural, batimos un minuto a velocidad alta entre cada ingrediente.
Añadimos la pizca de sal, que ayuda a realzar el sabor dulce, mezclamos la harina con la levadura en polvo y tamizamos con la ayuda de un colador,
Lo último que nos queda es añadir las pepitas de chocolate, le he puesto un par de cucharadas, ponerle la cantidad que queráis, antes de incorporarlas las ponemos en un cuenco con una cucharadita de harina y removemos para que las pepitas se rebocen con la harina, esto ayudara a que no se vayan al fondo del molde, las echamos en la masa y damos unas vueltas con unas varillas para distribuirlas y la vertemos en el molde.
Lo horneamos 45 minutos a una altura medio-baja, segunda posición empezando por abajo en mi caso.
Como cada horno es diferente cuando lleve 40 minutos comprobaremos como va nuestro bizcocho clavándole un palillo, cuando salga limpio es que nuestro bizcocho está listo, apagamos el horno y lo dejamos templando dentro del horno con la puerta entreabierta, luego lo sacamos y una vez que este frío lo desmoldamos y ponemos sobre una rejilla para evitar que se forme humedad en la base.
Ya sea para el desayuno, la hora del postre o para media tarde con un cafecito, va perfecto para cualquier ocasión y como siempre os digo uno que hagáis vosotros mismo os sabrá mucho mejor que cualquiera que podáis comprar.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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