Seguimos
de confinamiento y yo sigo aprovechando el tiempo con mis postres y así
hacer algo más dulce esta experiencia que nos ha tocado vivir, entre
ellos estoy le estoy dando bastante a los bizcochos, nunca me canso de
hacerlos y muchos de vosotros me haceis llegar mensajes por las distintas redes sociales para que haga más.
Como bien sabréis huevos, harina, levadura y azúcar son los
ingredientes básicos para hacer un bizcocho casero y yo siempre tengo de
todo eso en la despensa, especialmente estas semanas que procuro no
quedarme sin ellos y lo tengo en mente cada vez que voy a hacer la
compra, sobre todo la levadura hay días que escasea en las estanterías
de tiendas y supermercados, eso de que a la gente le haya dado por hacer
pan en casa se nota.
Pero
vamos a centrarnos en la propuesta que os traigo hoy, que es utilizar
mermelada como ingrediente principal para nuestro bizcocho, le aporta un
sabor distintivo, como si estuvieses comiendo una tostada untada en
mermelada por la mañana, se puede usar de cualquier sabor personalmente
una de las que más me gusta es la de albaricoque y es la que he empleado
para esta ocasión.
Vais
a necesitar un molde rectangular como el que he utilizado que es de 24x11x8cm, una batidora con varillas o un
batidor-amasador que como ya os he comentado varias veces uso a la hora
de hacer los bizcochos, es importante que los ingredientes estén a
temperatura ambiente y tenerlo listo no es llevara más de una hora y
cuarto, nos ponemos con la receta.
Ingredientes:
- 3 huevos.
- 150 g de azúcar moreno.
- 75 ml de aceite de oliva.
- 200 g de mermelada de albaricoque.
- 300 g de harina para repostería.
- Una pizca de sal.
- 15 g de levadura en polvo.
Elaboración:
Primero vamos a mezclar la harina con la levadura y la tamizamos con un colador en un cuenco grande, reservamos para más adelante, también vamos a dejar el molde preparado, podemos forrarlo con papel para horno o untarlo con mantequilla y enharinarlo, encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
Ahora nos ponemos a hacer la masa del bizcocho, batimos los huevos con el azúcar moreno durante 5 minutos a velocidad alta para que doblen su volumen.
Horneamos a una altura medio-baja entre 45 minutos y una hora, el tiempo dependerá de cada horno, en mi caso lo tuve 55 minutos, a partir de que lleve 40 minutos podemos comprobar como va clavando un palillo, si no sale limpio lo dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar hasta que salga limpio, apagamos el horno y lo dejamos dentro con la puerta entreabierta 10 minutos.
Si cuando lleve unos 50 minutos aún no está hecho pero veis que podría quemarse la superficie lo cubrís con papel albal.
Lo retiramos del horno y cuando este templado lo sacamos del molde y lo ponemos sobre una rejilla para que termine de enfriarse y no se forme humedad en la base.
El resultado es un clásico bizcocho esponjoso pero con ese sabor que le aporta la mermelada y que va perfecto para cualquier momento del día, tanto en el desayuno como si apetece a media tarde o a la hora del postre, no decepciona y como suelo decir cuando hago un bizcocho sabe mucho mejor que uno comprado.
Disfrutadlo.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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