Panna cotta de plátano

Aquí sigo haciendo postres para que este encierro al que estamos sometidos actualmente debido al coronavirus sea más llevadero, hay que buscar formas de pasar el tiempo y además que hoy tenia ganas de algo dulce para alegrarme el día, ya que es mi cumpleaños y lo tengo que pasar en casa en lugar de poder celebrarlo con familiares y amigos, pero bueno ya habrá tiempo para ello y de momento me doy un homenaje.

Para este día especial he decidido hacer una panna cotta de plátano, al principio pensaba que la textura quedaría algo densa debido al plátano pero ha resultado ser bastante ligera, la característica de este singular postre italiano, que le das un golpecito con la cucharilla y tiembla que da gusto verlo.

Para hacer las panna cottas necesitaremos una cazuela, una batidora y unos vasitos o flaneras, me ha dado para hacer 9 y hacer este postre no os llevara más de 15 minutos.

Vamos a ello.



Ingredientes:

• 400 ml de nata para montar.
• 400 ml de leche.
• 75 g de azúcar moreno.
• 8 laminas de gelatina.
• 400 g de plátanos (5 plátanos medianos).

Elaboración:

En primer lugar ponemos las láminas de gelatina en un cuenco con agua para que se hidraten, que esten ahí al menos 10 minutos.

A continuación en una cazuela echamos la nata, la leche y el azúcar moreno, lo calentamos a fuego medio-alto, lo puse al 4,5 de 6 y removemos de vez en cuando mientras se va calentando para que el azúcar se disuelva del todo.

Mientras tanto aprovechamos para pelar los plátanos y los troceamos. 

Cuando veamos que la mezcla de la cazuela va a empezar a hervir retiramos del fuego, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, removemos para que se deshagan completamente.

Seguidamente echamos el plátano troceado, trituramos con la batidora hasta que veamos que el plátano se ha integrado por completo.

Una vez tengamos lo tengamos lo vertemos en una jarra, esto nos facilitara luego el repartirlo en los moldes y de paso podremos comprobar si todo el plátano está triturado y bien integrado, de no ser así le podemos volver a dar con la batidora.

Repartimos en los moldes, tal y como dije antes me ha dado para hacer 9, el numero de unidades podrá variar en función del tamaño de los moldes que uséis.

Dejamos que enfríen y los metemos en la nevera al menos 6 horas, para desmoldarlas echamos agua bien caliente en un cuenco, introducimos el molde unos cinco segundos (que no entre agua en el molde) y le damos la vuelta en un plato, hacemos unos movimientos de izquierda a derecha para que se despegue, si no cae volvemos pasarlo otros 5 segundos por el agua.

Ahora podemos ponernos creativos y acompañarlo de lo que nos apetezca, yo le puse sirope de chocolate que creo que le va muy bien, además le eche algunas almendras crocantis por encima.

Ya solo nos queda disfrutar de su agradable textura.

Pequeños placeres, grandes momentos.