¿A quien no le ha pasado que unas semanas tras las navidades nos encontremos sobre algún que otro dulce típico de esas fechas en la despensa? especialmente habitual es que nos quede alguna que otra tableta de turrón y la tengamos ahí aburrida hasta las hasta las siguientes navidades, a mí de hecho es algo que me suele pasar, pero este año lo hice a posta y me guarde 4 tabletas con la idea de ir sacando postres de aprovechamiento, en los que utilizar el turrón como ingrediente principal, este es el primero de ellos, ya se que otros 3 postres haré pero eso ya lo iréis descubriendo a lo largo del año.
Necesitaremos un molde para el flan, un cazo, la batidora y una jarra, preparar el flan nos va a llevar solo 10 minutos y luego ya es meterlo en el horno y hornearlo al baño María, como siempre que hacemos un flan.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- Para el caramelo: 100 g de azúcar moreno y 50 ml de agua.
- 250 g de turrón de almendra blando.
- 6 huevos.
- Medio litro de leche.
- 75 g de azúcar moreno.
Antes de nada encendemos el horno a 180 grados, con calor arriba y abajo, a una altura medio-baja ponemos una bandeja apta para el horno con agua, ahí hornearemos el flan al baño María.
Mientras el horno se calienta pasamos a hacer el caramelo, en un cazo echamos el azúcar moreno y el agua (mover el cazo para que el agua se distribuya por todo el azúcar), lo calentamos a fuego medio-alto hasta que hierva y lo retiramos del fuego, lo vertemos en el molde.
Picamos el turrón en trozos pequeños para que sea más fácil luego mezclarlos con el resto de ingredientes.
En una jarra echamos los huevos, la leche, el azúcar moreno y el turrón troceado, lo batimos con la batidora hasta comprobar que todo se ha mezclado bien y lo vertemos en el molde.
Lo introducimos en la bandeja con agua del horno y lo vamos a hornear durante una hora más o menos, no os olvidéis de él e irlo vigilando, a los 40 minutos he visto que aún no estaba cuajado pero que la superficie ya había cogido un color bastante dorado así que lo cubrí con papel de aluminio para evitar que se queme, cuando llevaba una hora volví a comprobarlo clavándole un cuchillo y ya estaba hecho, lo dejamos dentro del horno con la puerta entreabierta unos 15 minutos para que se vaya enfriando.
Lo sacamos del horno, dejamos que enfrié completamente y lo metemos en la nevera durante toda la noche.
Esperaremos a desmoldamos hasta justo antes de momento del postre, pasamos un cuchillo para despegarlo del molde y le damos la vuelta sobre una fuente.
Ahora lo repartimos echándole bien de caramelo a cada porción con una cuchara, no os reprimáis.
Pequeños placeres, grandes momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog.