Tarta de queso mascarpone y chocolate blanco

Aunque siempre digo que el chocolate blanco no es realmente chocolate tengo que admitir que me encanta el toque que le aporta a lo postres en los que lo utilizo, como flan, panna cotta, bizcocho, etc y en esta ocasión he fusionado el queso mascarpone (que me encanta) con el chocolate blanco en esta tarta de queso hecha en el horno que he decir que ha durado bien poco en los platos de aquellos que la han probado, se ve que les ha gustado.

Para hacer esta tarta he utilizado mi batidor-amasador, se puede hacer manualmente mezclando los ingredientes con una cuchara o espátula, pero con el batidor-amasador es comodisimo, lo enciendes y vas añadiendo los ingredientes sin dejar de batir y se tarda mucho menos, si veis que le vais a sacar partido os recomiendo haceros con uno, también nos hará falta una batidora y el accesorio para picar carne. Os recomiendo hacer esta tarta el día antes que tengáis pensado comerla para que pueda estar enfriando en la nevera durante la noche, preparar la tarta se hace en menos de media hora y luego solo requiere una hora de horneado.

Ingredientes:

• Para la base: 200g de galletas María y 100 g de mantequilla.
• 750 g de queso mascarpone.
• 200 ml de nata para montar.
• 100 g de azúcar moreno.
• 4 huevos.
• 60 g de harina para repostería.
• 180 g de chocolate blanco para repostería.
• Una cucharadita de aroma de vainilla.

Elaboración:

Nuestro primer paso sera preparar el molde, ponemos una hoja de papel para horno en la base del molde y lo cerramos, luego untamos mantequilla en la pared del molde y las forramos de papel para horno.

Ahora vamos a triturar las galletas, las troceamos y echamos en el vaso de la batidora, con esta las trituramos hasta tener polvo de galleta, primero hice la mitad de las galletas y luego la otra mitad, echamos el polvo de galleta en el molde y derretimos la mantequilla en el microondas, basta con un minutos, normalmente mezclo la galleta y la mantequilla en un cuenco y luego la echo en el molde pero esta vez lo he hecho todo directamente en el molde y luego ya lo extiendo y aliso con la cuchara seguidamente.

Reservamos el molde en la nevera y procedemos a preparar el chocolate blanco, primero troceamos un poco las onzas y lo echamos en el vaso de picar carne y lo trituramos muy fino, si no disponéis de este accesorio tendréis que hacerlo con un cuchillo, recordar que hay que picarlo muy fino.

Antes de seguir encendemos el horno con calor arriba y abajo a 175 grados, después <nos ponemos con la masa de la tarta, echamos el mascarpone en batidor-amasador añadimos la nata y lo batimos a velocidad media con el accesorio de la pala plana, a continuación añadimos el azúcar moreno.

Cuando veamos que estos tres ingredientes se han mezclado vamos a ir añadiendo el resto (sin dejar de batir), primero los huevos, de uno en uno, después la harina y el chocolate blanco picado, por último el aroma de vainilla.

Cuando vemos que se han integrado bien todos los ingredientes sacamos el molde de la nevera y vertemos la masa en él, la extendemos y alisamos con una cuchara.

Lo hornemos durante una hora a una altura medio-baja, cuando llevaba 40 minutos he visto que estaba bastante dorado por encima así que para evitar que se quemara lo he cubierto con papel albal, transcurrida la hora apagamos el horno y lo dejamos que enfrié ahí con la puerta entreabierta un par de horas, luego lo enfriamos en la nevera durante la noche.

La desmoldamos justo antes de ir a servirla a la mesa, cortamos en porciones no muy grandes que una tarta de queso siempre llena bastante y mientras la degustáis podréis escuchar lo comentarios de vuestros comensales sobre lo mucho que les esta gustando esta tarta.

Pequeños placeres, grandes momentos.