Tengo que reconocer que hasta la fecha nunca había probado el dulce de leche, sabia de su existencia y que es originario de Argentina por lo que habia leído por internet pero esta ha sido la primera vez que lo he utilizado, fue casualidad que me fije hace un par de semanas en un tarro de este dulce mientras hacia la compra y me dije vamos a cogerlo y ya se me ocurrirá que hago con esto.
Investigando he visto que se puede emplear el dulce de leche para elaborar un larga lista de postres, como bizcocho, flan, mousse, etc, pero para la primera vez que lo he utilizado me he decantado por hacer panna cottas, es uno de mis postres con más exito y las hice aprovechando que anoche organice una pequeña cena en casa y la panna cotta es un postre que me gusta hacer para pequeños eventos así y es una buena forma de sorprender a las visitas, además es que me encanta hacer panna cottas.
Solo vamos a necesitar una cazuela, unas varillas y unas flaneras, la elaboración solo lleva 15 minutos y con las cantidades que os pongo a continuación me ha dado para hacer 12 panna cottas.
Ingredientes:
- 600 ml de nata para montar.
- 500 ml de leche.
- 400 g de dulce de leche.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
- 6 hojas de gelatina.
Elaboración:
Primero ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un cuenco con agua.
Echamos la nata y la leche en una cazuela, lo ponemos a calentar a fuego medio y añadimos el dulce de leche y el aroma de vainilla, removemos con unas varillas mientras se va calentando hasta que el dulce de leche se mezcle bien con el resto de ingredientes.
Lo dejamos calentando hasta que veamos que va a comenzar a hervir, retiramos del fuego y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas, removemos con las varillas un par de minutos más o menos para asegurarnos que se han disuelto del todo.
Ahora vamos a repartir la mezcla en unas flaneras, primero lo he echado primero en una jarra porque así es más cómodo y fácil repartirlo, dejamos que templen y las metemos en la nevera, tendremos que dejarlas ahí al menos 5 horas, lo mejor es hacerlas el día de antes para que enfríen toda la noche.
Para desmoldarlas echamos agua caliente en un cuenco, metemos cada flaneras en el agua 2 o 3 segundos (con cuidado de que no entre agua en la panna cotta) y le damos la vuelta sobre un plato, si no cae a la primera movemos un poco la flanera.
Os animo a probar cosas con las que acompañarlas, yo les he puesto unas almendras crocanti sobre cada panna cotta y unas gotas de sirope de chocolate alrededor, ser creativos.
El resultado os va a encantar, nos queda una panna cotta con una textura muy ligera, basta con mover un poco el plato para verla bailar y además el sabor del dulce de leche nos ha gustado mucho, hubo quien repitió.
Venga hacerlas y disfrutarlas.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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