domingo, 17 de marzo de 2019

Tarta Guinness

tarta guinness siempre hay hueco para el postre receta

Hoy es el día de San Patricio, algo que pasaría completamente desapercibido en España si no fuese por la popularidad que le ha dado la cerveza Guinness en pubs y cervecerías, además casualmente hoy es mi cumpleaños ¿Sera por eso que soy un buen degustador de esta (y otros tipos) cerveza? De hecho tengo un sombrero de esos de Guinness por casa.

Al ser hoy esta fecha tan señalada en mi calendario me apetecía darme un buen homenaje y que mejor que hacerlo con esta tarta Guinness que tenia planeada hacerla desde mi anterior cumpleaños, nada más verla piensas en la pintaza que tiene, con ese bizcocho de cerveza negra y chocolate cubierto de esa crema que le da la total apariencia de una pinta de Guinness.

Aunque no a todo el mundo le gusta la cerveza negra, al maridar tan bien con el chocolate creo que es más que probable que si le dan una oportunidad les gustará (pero bueno yo hablo desde el punto de vista de que me encanta la cerveza negra), se logra un buen equilibrio de sabores entre el chocolate, la cerveza negra y el toque de vainilla, en palabras de algunos de los que la han probado es la mejor tarta de las que he hecho hasta ahora; no es para servir raciones muy grandes que como veis en los ingredientes lleva nata, mantequilla, huevos, etc, vamos que te quedas bien a gusto después de comerte un trozo.

Con un batidor-amasador es super cómoda de hacer esta receta pero si no tenéis con unas varillas será suficiente, echaréis brazo eso si, aparte necesitaremos un molde de 22 cm.



Ingredientes:
  • 250 ml de cerveza Guinness.
  • 250 g de mantequilla.
  • Una cucharada de aroma de vainilla.
  • 250 g de harina de repostería.
  • 50 g de cacao en polvo.
  • 2 cucharaditas y media de bicarbonato de sodio.
  • 2 huevos.
  • 220 g de azúcar moreno.
  • Una pizca de sal.
  • 150 ml de nata para montar.
  • Para la cobertura: 300 ml de nata para montar, 150 g de azúcar glas y 300 g de queso crema.

Elaboración:

Antes de empezar con la masa de la tarta vamos a forrar el interior del molde con papel de horno, ponemos una hoja en la base y cerramos el molde, luego untamos las paredes con mantequilla y pegamos un par de tiras de papel vegetal, después encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.

 

Vamos a comenzar poniendo en un cazo la cerveza negra junto con la mantequilla y el aroma de vainilla, lo calentamos a fuego medio alto, desmenuzamos la mantequilla con una cuchara y removemos de vez en cuando mientras se deshace, importante que no hierva, una vez que este bien mezclado retiramos del fuego y dejamos que se temple.



Mientras la mezcla del cazo va templanco cogemos un cuenco y tamizamos la harina, añadimos el cacao y el bicarbonato, removemos con una cuchara y reservamos para más adelante.

 

Ahora batimos los huevos (lo mejor es que estén a temperatura ambiente) con el azúcar moreno durante 5 minutos a la máxima velocidad, si no tenéis batidor-amasador se puede hacer esta parte con una batidora con varillas perfectamente, después le añadimos la pizca de sal (que ayudara a potenciar los sabores dulces) y la nata, volvemos a batir un minuto a media velocidad. 



Volvemos a por el cuenco donde habíamos mezclado la harina con el cacao y el bicarbonato y añadimos la mitad, batimos a mínima velocidad hasta que se haya integrado, añadimos la otra mitad y repetimos el proceso, es mejor hacerlo así en dos partes,se puede hacer de manera manual con unas varillas, nos va a quedar una masa bastante espesa. 





Llegados a este punto la mezcla del cazo ya se habrá enfriado, entonces la añadimos a la masa y batimos hasta integrarla por completo a velocidad baja. 



Seguidamente vertemos la masa en el molde y lo introducimos en el horno a una altura medio-baja, en mi caso la segunda empezando por abajo, para que se haga bien y evitar que se queme por arriba, lo horneamos durante unos 45 minutos, pasado ese tiempo comprobamos si ya esta hecho clavandole un cuchillo o un palillo, si sale limpio apagamos el horno (sino dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar) y dejamos la puerta un poco abierta, diez minutos después lo sacamos y cuando este frio lo sacamos del molde.




Una vez fuera del molde nos ponemos a preparar la cobertura superior que simulara la espuma de la cerveza, por un lado montamos la nata (seré pesado en este punto pero recordar que la nata debe estar fría y es aconsejable que meter el cuenco donde la montaremos y las varillas unos 20 minutos en el congelador), cuando la nata este bien cremosa añadimos la mitad del azucar glas y terminamos de montarla. En otro cuenco batimos el queso crema con la otra mitad del azúcar glas, cuando tengamos una mezcla cremosa incorporamos la mitad de la nata montada e integramos con suaves movimientos envolventes, repetimos con la otra mitad.





Ya hemos llegado al último paso, vamos a poner la cobertura sobre el bizcocho, con una espatula o cuchara ponemos en el centro y vamos extendiendo hasta cubrir toda la parte superior, la metemos en la nevera hasta la hora del postre, con que este un par de horas enfriandose sera más que suficiente.




Como veis es un postre bastante facil de hacer, basicamente hacemos un bizcocho por un lado y una cobertura por otro. Esta tarta es muy apropiada para celebraciones como por ejemplo la que personalmente tengo hoy. 

Disfrutadla.

Pequeños placeres, grandes momentos.

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