Si sois de los que se pide un cortado con crema de whisky y hielo a la hora del café seguro que este postre encaja en vuestros gustos.
Con estos ingredientes me ha dado para hacer 10 panna cottas, puede variar en función del tamaño de los moldes.
Ingredientes:
- Para la panna cotta:
- Medio litro de nata.
- 500 g de queso mascarpone.
- 300 ml de crema de whisky.
- 100 g de azúcar moreno.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
- 9 hojas de gelatina.
- 2 yemas de huevo.
- 40 g de azúcar moreno.
- 125 ml de leche.
- 100 ml de café.
- 40 g de harina fina de maíz.
Elaboración:
Empezamos poniendo las hojas de gelatina en un cuenco con agua para que se hidraten.
En una cazuela ponemos la nata, el queso mascarpone, el azúcar moreno y el aroma de vainilla, lo calentamos a fuego medio durante 15 minutos, sin dejar de remover con unas varillas para integrar bien estos ingredientes, que no hierva, retiramos del fuego.
Escurrimos las hojas de gelatina y las echamos en la cazuela, removemos con las varillas para que se disuelvan.
Repartimos la mezcla en los moldes, dejamos que templen y los metemos en la nevera unas 6 horas antes de rellenarlos.
Para hacer la crema de café echamos en un cuenco las yemas de huevo y el azúcar moreno, batimos durante 5 minutos con una batidora con varillas.
Añadimos la leche, el café (mejor si esta recién hecho) y la harina fina de maíz tamizada, removemos bien con una cuchara y echamos esta mezcla en un cazo.
Lo calentamos a fuego medio sin dejar de remover con las varillas hasta que espese, unos 15 minutos más o menos, retiramos del fuego y removemos unos 5 minutos más.
Ponemos la crema en una manga pastelera o un biberón de cocina.
Sacamos las panna cottas de la nevera y con una cucharilla vaciamos el centro de una y las rellenamos con la crema, echamos los trozos que les quitamos en una cazuela y los calentamos a fuego medio, cuando se deshagan dejamos que templen y cubrimos las panna cottas rellenas.
De nuevo las metemos en la nevera un par de horas al menos.
Cuando vayamos a servirlas ponemos agua caliente en un cuenco, pasamos un cuchillo por el borde para despegar la panna cotta e introducimos el molde 3 segundos y desmoldamos cada una en un plato.
Lo mejor es no decirle a la gente que va a probarla de que son, mejor que lo descubran ellos mismos.
Aquí ha sido todo un triunfo, espero que la disfrutéis.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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