Tarta de queso "La Viña"

Para el postre de Nochebuena me decidí por hacer una de las mejores tartas de queso que existen y que llevaba queriendo hacer desde que una amiga me hablo de ella hace unos meses, no la conocia hasta entonces, la tarta de queso del restaurante "La Viña" de San Sebastián.

Considerada una de las mejores tartas de queso de España y aunque aun no he probado la original puedo decir, basandome en el resultado de la que hice para anoche, que la reputación se la tiene bien ganada, la próxima vez que vaya por allí no me voy sin probarla.

La principal diferencia con otras tartas de queso es que esta lleva un kilo de queso crema, que se dice pronto, esto unido al tiempo que la tenemos en el horno le da una textura muy cremosa, el resultado es un tarta de 6 cm de alto y que pesa dos kilos y medio, vamos toda una bestia.

A primera vista no parece un postre muy navideño, pero con una tarta de queso siempre se acierta y es muy apropiada para cualquier celebración, no podia acabar el año sin hacerla.

Vamos a necesitar un cuenco grande, una batidora con varillas (o un batidor-amasador), papel de horno y un molde de 22cm de diámetro y 8'5cm de alto. 

 Ingredientes:

• Un kilo de queso crema.
• Medio litro de nata para montar.
• 300 g de azúcar moreno.
• 5 huevos tamaño L.
• Una cucharada colmada de harina de trigo.

Elaboración:

Como preparar la masa de esta tarta cuesta poco tiempo lo primero sera encender el horno a 220 grados, con calor arriba y abajo.

En un cuenco grande echamos el kilo de queso crema y le añadimos la nata, el azúcar moreno los huevos y la cucharada de harina tamizandola con un colador.

Lo batimos con la batidora con varillas a velocidad medio-baja hasta mezclar bien todos los ingredientes.

Cogemos una o dos hojas de papel para horno, las mojamos bajo el grifo, las escurrimos bien forramos el molde, al estar humedecidas se adaptaran perfectamente, remarco lo del que el molde sea alto porque sube bastante al hornearla.

Vertemos la masa en el molde y lo introducimos en el horno a una altura medio-baja.

Ahora llega la clave de esta tarta, lo vamos a hornear exactamente durante 40 minutos, pasado ese tiempo la sacamos del horno, veremos que esta temblorosa que normalmente pensaríamos que aun le falta tiempo, pero no es así, ese es el punto en el que tiene que estar.

Dejaremos que enfrié, lo mejor es hacerla de un día para otro y no la meteremos en la nevera, se sirve a temperatura ambiente para que no pierda cremosidad.

Como veis es tremendamente sencilla la receta.

A la hora de servirla aconsejo moderarse con el tamaño de las porciones pues llena bastante, eso si en la cena de anoche ha gustado y mucho, entre los mejores postres de este blog sin duda.

Hacerla que os vais a poner las botas, buenisima.

Pequeños placeres, grandes momentos y feliz navidad.

Bizcocho de turrón

Se acerca la Navidad y me encanta porque es una época de dulces tan típicos como los polvorones, mazapanes, el roscón de reyes (que tengo en mente hacer como prometi hace un año)... y sobretodo el turrón, un clásico por excelencia de estas fechas, soy goloso a más no poder ya lo sabéis. 

Que mejor que usarlo como ingrediente principal para uno de los postres del blog, o más de uno quien sabe, a lo mejor me da por hacer otro tipo estas proximas semanas usando el turrón, he estado investigando y la verdad que tiene muchas posibilidades.

Para hacerlo vamos necesitar un molde redondo de 22 cm, una batidora y el accesorio de varillas de la batidora.

Para que nos quede bien el bizcocho es importante que los ingredientes esten a temperatura ambiente.


Ingredientes:

• 6 huevos.
• 200 g de turrón blando de almendra.
• 150 g de azúcar moreno.
• 200 ml de nata para montar.
• 75 g de mantequilla.
• Una cucharada de aroma de vainilla.
• 220 g de harina de repostería.
• 15 g de levadura en polvo.
• Una pizca de sal.

Elaboración:

Empezamos separando las claras de huevo de las yemas.

A las claras les echamos la pizca de sal y comenzamos a montarlas a punto de nieve con una batidora de varillas, cuando estén bien espumosas agregamos la mitad del azúcar moreno sin dejar de batir, hasta que se nos forme un merengue bien firme que podamos dar la vuelta al cuenco sin que se caiga.

Encendemos el horno a 170 grados con calor arriba y abajo.

Por un lado mezclamos la harina con la levadura y por otro troceamos el turrón en trozos pequeños.

En un cuenco grande echamos las yemas de huevo, la otra mitas del azúcar moreno, la nata, la mantequilla, el aroma de vainilla, la harina y levadura tamizandolas con un colador y los trocitos de turrón.

Empezamos a mezclarlos con una cuchara y a continuación lo integramos todo bien con la batidora, no con las varillas sino con las cuchillas de siempre para triturar bien el turrón.

Cuando este eso bien mezclado vamos incorporar el merengue, añadimos primero la mitas y lo integramos con suaves movimientos envolventes de abajo a arriba, sin prisas, luego añadimos la otra mitad del merengue y repetimos.

Untamos el molde con mantequilla y lo enharinamos, vertemos en él la masa y lo introducimos en el horno a una altura medio-baja, lo hornearemos 45 minutos más o menos, podéis comprobar si ya esta listo cuando lleve 40 minutos clavandole un cuchillo, si sale limpio ya esta sino lo dejamos 5 minutos y volvemos a comprobar.

Una vez hecho apagamos el horno y lo dejamos dentro con la puerta entre abierta 10 minutos, sacamos y dejamos que enfrié del todo antes de desmoldarlo.

Como veis nos queda un bizcocho bien esponjoso, os aseguro que esta muy bueno y antes de que se nos acumulen tabletas de turrón en la despensa pues mejor nos metemos en la cocina y las aprovechamos.

Disfrutadlo.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Pastel turco de yogur

Hace un par de semanas estuve cenando en un restaurante turco y antes de entrar tenía claro que postre iba a pedir, había leído acerca de este pastel y me apetecía probarlo, lamentablemente cuando llego el momento no les quedaba pastel de yogur (al menos salí de allí sabiendo que postre haría próximamente), me hubiese gustado poder probarlo aquel día para poder compararlo con el que he hecho, otra vez será.

Después de este llegarán postres más navideños, que es lo que toca en estas fechas que se aproximan. 

Para hacerlo necesitaremos una batidora con varillas y un molde de 22 cm que sea alto ya que al hornearlo sube bastante. 


Ingredientes:

• 6 huevos. 
• 625 g de yogur griego. 
• 150 g de azúcar moreno. 
• 75 g de harina de trigo. 
• Un limón. 
• 7 g de levadura. 

Elaboracion:

El primer paso será separar las claras de las yemas de huevo. 

Echamos las yemas en un cuenco que sea grande, añadimos el azúcar moreno y batimos con la batidora con varillas 5 minutos, para que doble su tamaño.

Encendemos el horno a 175 grados con calor arriba y abajo. 

Mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos sobre las yemas con azúcar, lo integramos con una cuchara con movimientos envolventes. 

Ahora añadimos el yogur griego, rallamos el limón con cuidado de no llegar a la parte blanca que amarga y exprimimos el limón, lo colamos y lo añadimos también, volvemos a integrar con movimientos envolventes. 

Cogemos las claras que habíamos reservado y les echamos una pizca de sal, las montamos a punto de nieve con la batidora de varillas. 

Vamos a añadir estas claras montadas a la mezcla anterior, primero un tercio de las claras y la integramos con cuidado con movimientos envolventes de abajo a arriba, repetimos 2 veces más hasta integrar todas las claras. 

Cogemos el molde lo untamos con mantequilla y lo forramos con papel de horno, aunque mi molde es alto he puesto el papel de manera que sobresalga un par de centímetros, el pastel sube bastante en el horno y he preferido por pecar de precavido, mi molde tiene 8,5cm de alto y como veis ha subido hasta el borde. 

Lo introducimos en el horno a una altura medio-baja y lo horneamos 45 minutos.

Comprobamos si ya está hecho igual que en un bizcocho, le clavamos un cuchillo y si sale limpio es que ya está, si no lo dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar. 

Apagamos el horno y dejamos la puerta entre abierta 10 minutos, luego lo sacamos y esperamos a que enfríe del todo antes de desmoldarlo, lo guardamos en la nevera hasta el momento en que vayamos a servirlo. 

Se suele servir con mermelada de albaricoque o naranja por encima, el resultado es un pastel esponjoso, se nota claramente el sabor a yogur y el toque de limón, muy bueno. 

Disfrutadlo. 

Pequeños placeres, grandes momentos. 

Panna cotta de mascarpone

A principios de año me puse el objetivo de hacer 52 postres en este 2018, uno por semana, era un objetivo algo ambicioso y llegados a estas fechas es obvio que no podrá ser posible, tendré que organizarme mejor para lograrlo el próximo año.

 

Pero bueno tengo algo que celebrar con todos vosotros y es que con el de hoy llegamos a los 100 postres en el blog, para un numero tan redondo he optado por hacer uno de los postres que más me han gustado y que descubrí gracias al hecho de ponerme a hacer este blog, la panna cotta, además es uno de los más fácil que he hecho, también es uno de los que más me pedís que haga así que os traigo otra variedad, esta vez de mascarpone.

Para hacerla vamos a necesitar una cazuela y 15 minutos, luego solo habrá que enfriarla, os dara para hacer 9 pana cottas.

Ingredientes:

• 500 ml de nata para montar.
• 500 g de queso mascarpone.
• 80 g de azúcar moreno.
• 6 de hojas de gelatina.
• Mermelada de arándanos.

Elaboración:

Vamos a empezar hidratando las hojas de gelatina, para ello las ponemos en un cuenco con agua fría.

Ahora echamos la nata, el queso mascarpone y el azúcar moreno en una cazuela, la ponemos a fuego medio-alto y removemos con una cuchara mientras se va calentando para que se mezcle todo bien.

Cuando veamos que va a comenzar a hervir la retiramos del fuego, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, removemos de nuevo hasta que la gelatina se disuelva en la mezcla.

Disponemos unos vasitos o flaneras y repartiremos en ellas la mezcla, primero la he echado en una jarra para poder repartirlas con más comodidad.

Dejamos que enfrien y las metemos en la nevera un minimo de 4 horas.

Cuando vayamos a servirlas si las tenemos en unas flaneras, como hice yo, ponemos agua caliente en un cuenco, introducimos la flanera en el agua 2 o 3 segundos, le damos la vuelta sobre un plato y tendremos que moverla un poco de izquierda a derecha para que desmoldarla.

Acompañamos la panna cotta con un poco de mermelada de arandanos (que le va muy bien) y a disfrutarla, es como un mini tarta de queso.

Pequeños placeres, grandes momentos.

 

Bizcocho de chocolate blanco

Desde que comencé con el blog no he vuelto a comprar un bizcocho, ya simplemente por el hecho de hacerlo uno mismo te sabe mucho mejor que cualquiera que puedas comprar y con la inmensa variedad de bizcochos que hay (de los cuales aun solo he hecho una pequeña parte) tienes la posibilidad de ir haciendo alguno de vez en cuando y así ir probando bizcochos sin tener repetir, además me encanta el olor a bizcocho que se queda por toda la casa

Como tenia por aquí una tableta de chocolate blanco de cuando hice el blondie el mes pasado y había que darle uso hoy toca bizcocho de chocolate blanco.

Es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, así que los sacaremos de la nevera al menos 40 minutos antes de comenzar con la receta.

Para hacerlo vamos a necesitar una batidora con varillas o un batidor-amasador que es más cómodo, un molde de (24x11x8 cm) y una hora de vuestro tiempo.


Ingredientes:

• 4 huevos.
• 100 g de azúcar moreno.
• 125 ml de leche.
• 200 g de chocolate blanco.
• 100 g de mantequilla.
• 200 g de harina para repostería.
• 15 g de levadura en polvo.

Elaboración:

Lo primero de todo sera encender el horno a 180 grados, con calor arriba y abajo.

En un cuenco ponemos el chocolate blanco en onzas y la mantequilla troceada, lo calentamos 30 segundos en el microondas y removemos, repetimos hasta que enten bien mezclados.

A continuación vamos a batir los huevos con el azúcar, usaremos una batidora con varillas y los batiremos durante 5 minutos, a velocidad medio-baja los primeros 2 minutos y velocidad alta los restantes 3 minutos.

Agregamos la leche sin dejar de batir y después añadimos la mezcla de chocolate blanco y mantequilla, batimos durante un minuto.

Mezclamos la harina con la levadura, la tamizamos y removemos con una cuchara hasta integrar todos los ingredientes completamente, que no queden grumos.

Engrasamos el interior del molde con mantequilla y lo enharinamos, vertemos la masa del bizcocho y lo introducimos en el horno a una altura medio-baja.

Lo horneamos durante 45 minutos, comprobamos si esta hecho clavandole un cuchillo, si este sale limpio apagamos el horno, abrimos la puerta hasta la mitad y dejamos ahí 10 minutos, luego lo sacamos y esperamos a que enfrié del todo antes de sacarlo del molde.

Llego la hora de poder disfrutar de un buenisimo bizcocho de chocolate blanco casero, poco va a durar.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Flan de coco dos texturas

Da un gusto encender el horno estos días ¿verdad? porque hay que ver como ha cambiado el tiempo de una semana a otra, hace bien poco salia a pasear con mi perro en camiseta y ahora abrigado de arriba a abajo.

Pero bueno es lo que toca en esta época del año y la parte positiva es que podemos hacer postres como este flan que nos deja un calorcito y un aroma a coco en la cocina que da gusto.

Ya hice un flan de coco hace casi un año, la diferencia es que en este vamos a utilizar el coco rallado no para decorarlo sino como un ingrediente principal, de hecho es el más importante y le da al flan un sabor más intenso y un peculiar contraste de texturas muy interesante, es el postre perfecto para los que les gusta el coco.

Para hacerlo vamos a necesitar unas varillas, un cuenco grande, un molde (he usado el habitual de 24x11x8 cm) y una sartén o un cazo para hacer el caramelo. 

Ingredientes:

• Para el caramelo: 100 g de azúcar moreno y 50 ml de agua.
• 6 huevos.
• 100 g de azúcar moreno.
• 100 g de coco rallado.
• 400 ml de leche de coco.

Elaboración:

Antes de nada vamos a ver como esta la leche de coco, es probable que este algo solidificada y tengamos que calentarla al baño María para removerla bien para que este completamente liquida.

Ahora encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.

Ponemos una sarten o cazo a fuego alto, echamos el azúcar moreno y lo dejamos calentando un minuto más o menos, veremos como empieza a fundirse el azúcar, echamos el agua y apagamos el fuego, burbujeara bastante, movemos la sartén para distribuir el agua y que se deshaga bien el azúcar, cuando veamos que se ha disuelto completamente lo vertemos en el molde, que cubra todo el fondo.

En un cuenco grande echamos los huevos, los batimos con unas varillas y después les añadimos el azúcar moreno y el coco rallado, removemos bien con hasta integrar estos tres ingredientes y echamos la leche de coco, volvemos a remover y vertemos la mezcla en el molde, lo mejor es que no caiga directamente sino poco a poco sobre el dorso de una cuchara.

Lo tapamos con papel albal y lo horneamos al baño María durante hora y media, le clavamos un cuchillo para ver si ya esta hecho, si sale limpio lo sacamos del horno, sino lo dejamos 10 minutos y volvemos a comprobar.

Dejamos que enfrié del todo, pasamos un cuchillo por todo el borde del flan para despegarlo y lo desmoldamos, entonces lo metemos en la nevera al menos 4 horas para que enfrié bien, lo mejor es dejarlo toda la noche.

Ahora ya si que toca probarlo, lo cortamos, repartimos y a disfrutar, vais a notar claramente las dos texturas que se han formado durante el horneado, una superior típica de flan y una inferior donde esta el coco rallado, más densa y un sabor a coco más intensa.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Blondie, el brownie de chocolate blanco

La verdad que en un principio se me hacia algo raro hacer un brownie con chocolate blanco, primero porque cuando pensamos en un brownie nos lo imaginamos con su característico color marrón oscuro casi negro (de hecho su nombre viene de la palabra inglesa brown que significa marrón) y segundo que como ya comente alguna vez el llamado chocolate blanco no es realmente chocolate, sino una mezcla de ingredientes que recuerda al chocolate, eso no le quita que tenga un particular sabor muy interesante para utilizar en la repostería y al final el resultado me ha encantado.

Gustan tanto los brownies que he decidido crearles su propia categoría en el blog.

Para hacerlo vamos a necesitar la batidora con varillas y una bandeja apta para el horno de 25x20 cm o de medidas similares.


Ingredientes:

• 2 huevos.
• 125 g de azúcar moreno.
• 170 g de chocolate blanco para repostería.
• 100 g de mantequilla.
• Una cucharadita de aroma de vainilla.
• 170 de harina para repostería.
• Una pizca de sal.

Elaboración:

Antes de comenzar con la masa del brownie vamos encender el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.

En un cuenco grande echamos los dos huevos y les añadimos el azúcar moreno, los batimos durante 5 minutos con la batidora con varillas.

Troceamos el chocolate blanco y lo ponemos en un cuenco o plato hondo, también troceamos la mantequilla y la echamos sobre el chocolate, lo calentamos 30 segundos en el microondas y removemos con una cuchara, volvemos a calentar 30 segundos y a remover, repetimos este paso hasta mezclarlos bien.

Añadimos esta mezcla a los huevos y removemos con unas varillas más o menos un minuto.

Ahora añadimos la cucharadita de aroma de vainilla, la pizca de sal y harina tamizandola con un colador, removemos con una cuchara hasta integrarlo todo.

Ponemos una hoja de papel de horno en la bandeja y vertemos la masa, agitamos ligeramente de izquierda a derecha la bandeja para que quede bien distribuida y la metemos en el horno a una altura medio-baja.

Lo horneamos durante 25 minutos, cuando lleve 20 minutos le clavamos un palillo para saber como va, cuando este salga limpio podemos sacarlo del horno.

Dejamos que enfrié, lo sacamos de la bandeja y ya lo tendremos listo, no seáis ansias y esperar al momento del postre, ya vereis que crujientito ha quedado por fuera y jugoso por dentro.

Que lo disfruteis.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Gato mallorquín

Tenía en mente otros postres para hacer estos días, pero he creído que era un buen momento para dar a conocer la repostería de Mallorca y de esta manera rendir mi particular homenaje a Mallorca y su gente, que han sufrido un duro golpe hace unos días por culpa de unas inundaciones que se ha llevado 12 vidas; así para que se conozca esa región por algo más que sus playas o por salir en las noticias cuando pasan cosas como esta.

He de reconocer que aun habiendo estado allí hace años no conocía este bizcocho, que tiene un nombre bastante curioso y además la peculiaridad de que no usaremos harina para hacerlo, fijo que tanto yo como muchos otros si pensamos en la repostería de allí solo nos viene a la cabeza la ensaimada y hay que ampliar horizontes.

Para hacer este postre vamos a necesitar un molde desmontable de 22cm y una batidora con varillas.

Ingredientes:

• 6 huevos.
• 150 g de azúcar moreno.
• 200 g de almendra molida.
• La ralladura de la piel de un limón.
• Una pizca de sal.

Elaboración:

Vamos a comenzar por encender el horno, con calor arriba y abajo, a 170 grados.

Ahora separamos las yemas de las claras de los huevos.

Vamos a montar las claras a punto de nieve, primero les echamos la pizca de sal y luego comenzamos a batirlas con una batidora con varillas, cuando las claras estén espumosas les añadimos la mitad del azúcar moreno y terminamos de montarlas hasta tener un merengue firme, que podamos darle la vuelta al cuenco sin que se caigan.

En otro cuenco echamos las yemas con la otra mitad del azúcar moreno y lo batimos con la batidora con varillas 5 minutos, después le añadimos la ralladura de limón y la almendra molida y con una cuchara grande lo removemos hasta mezclarlo bien.

A continuación incorporaremos el merengue, le echamos la mitad y con suaves movimientos envolventes lo integramos, añadimos la otra mitad y repetimos, es importante tomarnos nuestro tiempo en este paso y hacerlo con calma para que las claras no pierdan volumen.

Cogemos el molde y engrasamos en interior con mantequilla, luego lo enharinamos.

Vertemos la masa en el molde y con ayuda de una cuchara lo extendemos por todo el molde de manera uniforme.

Lo metemos en el horno a una altura medio-baja, en mi caso la segunda desde abajo, lo horneamos durante 30 minutos y ya debería estar listo, comprobamos si es así clavandole un cuchillo si sale limpio es que ya esta.

Apagamos el horno y dejamos la puerta medio abierta con el bizcocho dentro 10 minutos, luego lo sacamos, esperamos que enfrié del todo, espolvoreamos azúcar glas por encima y desmoldamos.

Por lo que he leído en Mallorca debe ser típico acompañarlo de una bola de helado de almendra, pero ya simplemente así solo esta buenísimo, ya vereis.

Espero que lo disfrutéis.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Tarta de queso mascarpone y leche condensada

Dentro del amplio mundo de las tartas, la de queso destaca gracias a su amplia variedad (al horno, fría, tipo de queso, etc), tal es su éxito en todo el mundo y el hecho de que tengo pensado hacer varias en los próximos meses, que he decidido crearle una categoría exclusiva dentro de este blog. 

Hoy os traigo una variedad bien sencilla de hacer, combina el queso mascarpone con la leche condensada y hará las delicias de los más golosos de la casa. 

Vamos a necesitar una cazuela mediana, la batidora, un molde desmontable de 22 cm y papel de horno.

Ingredientes:

• 100 g de galletas María y 80 g de mantequilla (para la base). 
• 250 ml de nata para montar.
• 175 ml de leche condensada.
• 250 g de queso mascarpone.
• Una cucharadita de aroma de vainilla.
• 250 ml de leche.
• Un sobre de cuajada.

Elaboración:

Como es habitual en este tipo de tartas comenzaremos forrando el interior del molde con papel vegetal, ponemos una hoja en la base y cerramos el molde, después untamos las paredes con mantequilla y las cubrimos, recortando lo que sobresalga del molde, de esta manera será más desmoldarla. 

Ahora haremos la base de la tarta, empezamos troceamos las galletas y las echamos en el vaso de la batidora, con la batidora las trituramos y echamos el polvo de galleta en un cuenco, derretimos la mantequilla en el microondas y se la añadimos, removemos hasta mezclarlo bien. 

Lo echamos en el molde y con una cuchara lo extendemos por todo el fondo hasta tener una base uniforme y compacta. 

En una cazuela echamos la nata, la leche condensada, el queso mascarpone y el aroma de vainilla, lo ponemos a calentar a fuego medio y removemos hasta que éstos ingredientes se han mezclado completamente. 

Luego lo dejamos al fuego medio y en un vaso echamos la leche y le añadimos el sobre de cuajada, removemos hasta que se disuelva sin dejar grumos.

Cuando la mezcla de la cazuela comience a hervir añadimos la leche y removemos durante un minuto, después lo dejamos hasta que vuelva a comenzar a hervir y retiramos del fuego.

Sacamos el molde de la nevera, y vertemos la mezcla sobre el dorso de una cuchara en el centro del molde, dejamos que se temple y lo metemos en la nevera un mínimo de 4 horas, lo mejor es dejarla toda la noche. 

Cuando la vayamos a servir pasamos un cuchillo entre el papel y el molde y desmoldamos, retiramos con cuidado el papel de horno y cortamos las porciones.

Se puede comer tal cual o acompañarla de un sirope, por ejemplo de fresa que le va muy bien.

Espero que la disfrutéis.

Pequeños placeres, grandes momentos. 

Flan de café

No podía dejar pasar el día internacional del café sin hacer un postre para conmemorarlo y ahora que estamos en Octubre y las temperaturas son más fresquitas ya podemos usar el horno sin convertir la cocina en un infierno como en verano, he vuelto a hacer un flan tras unos meses sin hacer ninguno.

Como muchos sabéis es un postre que me encanta, es muy probable que para hacer uno tengamos todo lo necesario en casa y en preparar la mezcla tardaremos menos que en ir al supermercado para comprar flanes, luego solo hay que meterlo al horno y que enfríe.

Necesitaremos un molde para el flan y una bandeja de cristal donde pondremos agua para hornearlo al baño María

Ingredientes:

- Para el flan:

• 350 ml de leche.
• 150 ml de café.
• 5 huevos.
• 100 g de azúcar moreno.

- Para el caramelo:

• 100 g de azúcar moreno.
• 50 ml de agua.

Elaboración:

Empezamos poniendo el horno a calentar a 180 grados por arriba y abajo y metemos dentro la fuente para el horno con agua para que se vaya calentando, echamos el agua en la fuente con el molde para el flan dentro.

Ahora hacemos el caramelo, ponemos una sartén a calentar a fuego alto y echamos en ella el azúcar moreno, lo tenemos así un minuto, veremos como empieza a fundirse el azúcar y entonces añadimos el agua, empezará a burbujear, apagamos el fuego y movemos la sartén para que el agua se distribuya bien y se deshaga el azúcar.

Cuando veamos que el azúcar se ha disuelto completamente vertemos el caramelo en el molde, que cubra todo el fondo.

A continuación haremos la mezcla del flan, en el vaso de la batidora o en un cuenco grande echamos la leche, el café, los huevos y el azúcar, la batimos bien con la batidora y lo vertemos en el molde.

Lo tapamos con papel albal y lo metemos en la bandeja del horno, lo hornearemos al baño María, en mi caso he necesitado una hora y media, pero dado que cada horno es diferente cuando lleve una hora podeis comprobar como va clavandole un cuchillo, cunado este salga limpio sera el momento de sacarlo.

Dejamos que enfrié y lo desmoldamos, pasamos un cuchillo por el borde del flan para despegarlo del molde y nos salga lo más intacto posible, lo metemos en la nevera al menos 3 horas.

Tras ese tiempo ya estará listo para comer, repartirlo en porciones y echarle caramelo por encima a vuestro gusto, que lo disfrutéis.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Peras al vino

Esta semana hemos estado de fiestas en Logroño, en San Mateo, las fiestas de la vendimia, y no podía dejar pasar la oportunidad de hacer un postre con el vino como claro protagonista.

No me costó nada decidir que postre tenía que hacer esta semana, tenía bien claro desde el principio que tenía que ser una peras al vino.

A mi padre, que no es mucho de postres, le ha encantado, solo dejo el rabito de la pera.

Para hacerlas, además de los ingredientes que veréis a continuación, sólo necesitaremos una cazuela de tamaño mediano. 


Ingredientes:

• 750 ml de vino tinto de buena calidad.
• 5 peras de la variedad conferencia.
• Una rama de canela.
• 100 g de azúcar moreno.
• Un trozo de piel de limón y otro de naranja de unos 20 cm cada uno (quitarle la parte blanca del interior).

Elaboración:

Empezamos echando el vino en la cazuela, le añadimos el azúcar moreno, la rama de canela y las pieles de limón y naranja.

Lo ponemos a calentar a fuego medio-alto y removemos de vez en cuando mientras se calienta.

Mientras tanto pelamos las peras dejándoles el rabito, a cada una de ellas les hice un corte en la base dejándola plana para así poder ponerlas de pie a la hora de emplatarlas.

Cuando el vino comience a hervir introducimos las peras en la cazuela y la tapamos, bajamos entonces a fuego medio.

Cada 10 minutos más o menos le damos la vuelta a las peras, para que se hagan bien, como les hemos dejado plana la base podemos ponerlas también de pie.

El tiempo de cocción estará entre los 45 minutos y una hora y cuarto, dependerá del punto de maduración de las peras, en mi caso las he tenido una hora.

Para saber si ya están les clavamos un palillo y si están blanditas es el momento de apagar el fuego.

Dejaremos las peras macerando al menos 12 horas en la cazuela para que cojan aún más sabor.

Se pueden servir templadas, frías o calientes, a gusto de cada uno, si las queréis frías meter la cazuela al menos un par de horas en la nevera y si os gustan calientes las calentamos 5 minutos a fuego alto.

A la hora de servirlas ponemos cada pera de pie en un plato, retiramos la canela y las pieles de fruta colamos el vino y le echamos con una cuchara o biberón a cada pera a nuestro gusto.

Se pueden servir solas o acompañadas de una bola del helado que más nos guste, aqui le hemos puesto de vainilla.

Que las disfruiteis. 

Pequeños placeres, grandes momentos.

 

Crema de chocolate y plátano

Casi se me pasa que hoy es el día internacional del chocolate, mira que hace una semana estaba pensando "para ese día hago un postre con chocolate que ya tengo alguna que otra idea" y hoy estaba a mis cosas hasta que veia publicaciones de gente en distintas redes sociales sobre ello y me ha faltado tiempo para irme directo a la cocina.

Vale que podria haberlo publicado mañana pero no seria lo mismo, el día del chocolate es hoy 13 de Septiembre así que habia que sacarlo a tiempo.

Me he decantado por hacer una crema de chocolate y platano, con un pequeño toque de aroma de vainilla, que creo que es una buena combinación.

Vamos a necesitar la batidora, el vaso de la batidora, una cazuela y un colador grande, con estas cantidades nos dara para hacer 5 cremas.


Ingredientes:

• 450 gramos de plátanos.
• 225 ml de leche.
• 50 g de azúcar moreno.
• 250 g de chocolate negro.
• Una cucharadita de aroma de vainilla.

Elaboración:

Troceamos los platanos y los echamos en el vaso de la batidora, añadimos la leche y lo mezclamos muy bien con la batidora.

Colamos esta mezcla y lo echamos en la cazuela, añadimos el azúcar moreno, el chocolate troceado y la cucharadita de aroma de vainilla, lo ponemos a fuego medio y removemos constantemente con una cuchara hasta que se funda el chocolate y se mezclen bien todos estos ingredientes.

Lavamos el vaso de la batidora y el colador porque los volveremos a usar a continuación.

Colamos la mezcla echandola en el vaso, asi evitaremos que nuestras cremas tengan algun grumo o resto de chocolate sin fundir, al ser espesa tendremos que ir removiendo con una cuchara y dandole unos golpecitos en el lateral del colador para que vaya pasando.

Ahora vamos repartiendo la crema en unos vasitos, dejamos que enfrien y los metemos en la nevera al menos 3 horas.

Tras ese tiempo ya las podemos sacar de la nevera, servir y disfrutar, ya vereis, vais a dejar los vasos limpios.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Tarta de café

Supongo que la gran mayoria coincidireis conmigo en que donde este el café de toda la vida hecho en cafetera que se quite el café soluble, vale, si te quieres tomar un café rapido es un apaño, pero no es lo mismo y en el caso de utilizarlo como ingrediente principal de una tarta, como es el caso de esta postre, pasa igual y me di cuenta mirando recetas de tartas de café por internet que muchas de ellas usan café soluble, así que me puse manos a la obra e hice una tarta café del bueno, ya que hacemos postres hagamoslos con calidad.

Necesitaremos un molde desmoldable de 22 cm de diametro, una batidora y las varillas de la batidora.


Ingredientes:

Para la base:

• 150 g de galletas Maria.
• 75 g de mantequilla.
• 25 g de cacao en polvo.

Para la crema de la tarta:

• 400 ml de nata para montar.
• 100 g de azúcar moreno.
• 100 ml de café recien hecho.
• 9 hojas de gelatina.
• 250 g de queso mascarpone.

Elaboración:

Como es habitual el primer paso sera hacer la base, para ello troceamos las galletas y echamos los trocitos en el vaso de la batidora, las trituramos con la batidora hasta que este todo hecho polvo.

En un cuenco echamos la galleta triturada, añadimos el cacao, derretimos la mantequilla en el microondas y la añadimos, removemos hasta mezclarlo bien, lo mejor para hacer esta mezcla es usar un tenedor.

Echamos esta mezcla en el molde, lo esparcimos y alisamos con ayuda de una cuchara hasta tener una base compacta, metemos el molde en la nevera.

Ahora toca hacer la crema de la tarta y lo primero sera poner las hojas de gelatina a hidratar en un cuenco con agua.

Mientras tanto empezamos a montar la nata, que este bien fria, un rato antes de empezar con la receta es recomendable meter las varillas de la batidora y el cuenco donde la vayamos a montar en el congelador. 

Cuando la nata este a medio montar con una textura cremosa añadimos el azúcar moreno y terminamos de montarla.

Dejamos la nata en la nevera y escurrimos las hojas de gelatina, las disolvemos en el café (que acabaremos de hacer) removiendo un minuto con una cucharilla, añadimos el mascarpone a temperatura ambiente y removemos hasta mezclarlo bien.

Echamos esta mezcla en el cuenco donde tenemos la nata montada por un lateral y removemos con una cuchara suavemente con movimientos envolventes de abajo a arriba.

Cuando tengamos una mezcla homogenea la vertemos en el molde, agitamos un poco el molde de izquierda a derecha para que se distribuya bien y alisamos la parte superior con una espatula.

Dejamos que enfrie en la nevera 4 horas por lo menos.

Cuando toque desmoldarla pasamos un cuchillo por el borde para separarla del molde y lo abrimos, se puede servir tal cual o decorarla con algo, como tenia almendras crocanti le he echado unas cuantas por encima.

Ahora ya solo queda cortarla, repartir y distrutar de esta tarta.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Helado de fresa

Hay que ver que rápido pasa el tiempo que ya estamos en Septiembre y al veranito le quedan unos 20 días, bastante poco, pero mientras dure hay que disfrutarlo y del buen tiempo también, disfrutar de un helado en estos días no solo es delicioso sino que además sienta fenomenal. 

Os enseñare a hacer uno de fresa, pero si queréis la misma receta se podría aplicar a otras frutas, es cuestión de experimentar y ver que tal queda.

Necesitaremos un cuenco grande para echar las fresas y una batidora.


Ingredientes:

• 500 g de fresas.
• 250 g de yogur griego.
• 2 cucharadas de miel.

Elaboración:

Lo primero sera lavar las fresas, quitarles la parte ver y trocearlas, yo he cortado cada una en 8 trozos.

Cuando acabemos con todas las ponemos en un cuenco y las metemos en el congelador como mínimo 3 horas.

Sacamos el cuenco del congelador, al estar congeladas las fresas estarán bien pegadas unas a otras y al cuenco, con ayuda de una cuchara las despegamos del cuenco porque sino seria imposible seguir con la receta.

Echamos encima el yogur griego y la miel y a continuación lo trituramos todo con la batidora hasta que este bien mezclado, iremos viendo como va cogiendo la característica textura del helado.

Ya lo tenemos listo, lo bueno es que se puede servir al momento o reservarlo en un recipiente que se pueda cerrar en el congelador hasta otra ocasión en que queráis disfrutar de él, si es así habrá que sacarlo unos 20 minutos antes.

El resultado es un helado que no tiene nada que envidiar a cualquiera que podéis comprar, tremendamente bueno, que lo disfrutéis.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Crema de galleta María

Tras un descanso vacacional, que ha durado más de lo que en principio tenia en mente, el blog vuelve a la carga, tengo que ponerme las pilas si quiero cumplir el objetivo que me marque al comienzo del año de hacer 52 postres en este año, de media 4 por mes, que ya voy algo retrasado en ese aspecto, pero bueno todo es ponerse y sacar algo más de tiempo para ello.

De momento la vuelta a la rutina comienza con esta crema de galleta María, aparte de los ingredientes que vereis a continuación vamos a necesitar la batidora, el vaso de la batidora, un cazo y unas varillas, dará para hacer para 6 personas.


Ingredientes:

• 20 galletas María.
• Medio litro de nata.
• Medio litro de leche.
• 100 g de azúcar moreno.
• Un sobre de cuajada.

Elaboración:

El primer paso sera triturar las galletas, las troceamos en pedazos pequeños y los echamos en el vaso de batidora, con la batidora las trituramos hasta obtener polvo de galleta.

En un cazo echamos la nata, la leche, el azúcar moreno, la galleta triturada y el sobre de cuajada, lo ponemos a fuego medio y lo calentamos 20 minutos sin dejar de remover con unas varillas, para que se mezclen bien los ingredientes y se deshagan los grumos que se nos puedan formar.

Retiramos del fuego y con un cucharón repartimos la mezcla en unos vasitos, he utilizado de esos de barro típicos de las cuajadas que vemos en los supermercados.

Dejamos que enfríen y las metemos en la nevera 3 horas, tras ese tiempo ya podemos servirlas y disfrutarlas.

Como veis es un postre muy fácil de hacer y que esta buenisimo.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Panna cotta de chocolate blanco con coulis de mango

Ayer estuvimos de celebración por el cumpleaños de mi hermano y le di una pequeña sorpresa haciendo uno de los postres que más le gusta de este blog, que de hecho conoce gracias a que hace tiempo me puse a investigar e hice la panna cotta de vainilla, con ese coulis de frambuesa con la que hacía tan buena combinación. 

Y para esta celebración he hecho una panna cotta de chocolate blanco acompañada de coulis de mango que también combinan a la perfección y que en apenas 30 minutos podréis tener hecha toda la elaboración, luego solo hay que dejarla enfriar en la nevera, a mi me sigue sorprendiendo con que facilidad se hace este postre y lo bien que queda. 

Vamos a necesitar una cazuela, una batidora, un colador y los moldes para las panna cottas. 

Ingredientes:

- Para la panna cotta:

• 500 ml de nata.
• 600 ml de leche.
• 50 g de azúcar moreno.
• 8 hojas de gelatina.
• 180 g de chocolate blanco.

- Para el coulis:

• 2 mangos.
• 75 ml de agua.
• 25 ml de zumo de limon.
• 40 g de azúcar moreno.

Elaboración:

Si ya habeis visto las otras recetas de panna cottas que hay en el blog comprobareis que el proceso para hacerla es siempre el mismo, en una cazuela echamos la nata, la leche y el azúcar moreno y lo calentamos a fuego medio, removiendo de vez en cuando.

Mientras esto se calienta ponemos a hidratar las hojas de gelatina en un cuenco con agua.

Cuando veamos que va a comenzar a hervir retiramos del fuego y echamos las hojas de gelatina bien escurridas, removemos hasta que se disuelvan completamente.

A continuación añadimos el chocolate blanco troceado y vovlemos a remover hasta que el chocolate se funda e integre por completo.

Podemos verter la mezcla en una jarra para que nos sea más facil repartirlo en los moldes, da para hacer entre 10 y 12 panna cottas dependiendo del tamaño de los moldes, dejamos que se templen y los metemos en la nevera al menos 4 horas.

Ahora nos ponemos a hacer el coulis, empezamos pelando los mangos y troceandolos en dados pequeños.

Después en una cazuela echamos los trozos de mango, el agua, el zumo de limon y el azúcar moreno, lo ponemos a calentar a fuego alto y removemos de vez en cuando para que no se pegue. 

Cuando comience a hervir bajamos el fuego a medio-bajo y lo tenemos asi 10 minutos, removiendo con frecuencia durante ese tiempo. 

Lo trituramos bien con una batidora y lo colamos en un tarro, dejamos que enfrie y lo metemos en la nevera también unas 4 horas por lo menos. 

Para servirlo ponemos agua caliente en un cuenco e introducimos los moldes unos 5 segundos, el calor ayudará a desmoldarlos con facilidad sobre los platos, si veis que no sale la panna cotta del molde lo ponéis otros 5 segundos en el agua caliente. 

Luego les ponemos coulis a nuestro gusto y estarán listan para comer, que las disfrutéis. 
Pequeños placeres, grandes momentos.

Helado de kiwi

Con tan solo 4 ingredientes y sin tener que utilizar una heladera vamos a hacer un cremoso helado de fruta natural y para el estreno de esta categoría me he decantado por hacerlo de kiwi, aunque se puede probar a hacer de cualquier fruta, usando las mismas cantidades y el método para hacerlo seria el mismo.

Para hacer nuestro helado solo vamos a necesitar un cazo, un cuenco grande y una batidora.


Ingredientes:

• 300 gramos de kiwi (2 o 3 kiwis).
• 100 g de azúcar moreno.
• 250 g de queso mascarpone.
• 250 g de yogur griego.

Elaboración:

Empezamos pelando los kiwis (he utilizado de la variedad de kiwi amarillo) y troceándolos menuditos, los echamos en el cazo junto con el azúcar y lo calentamos a fuego medio durante 15 minutos, removemos cada 2 minutos más o menos.

Pasados los 15 minutos retiramos del fuego y lo trituramos con una batidora en el mismo cazo, dejamos que se temple unos 10 minutos.

En un cuenco grande echamos el mascarpone y el yogur griego, lo batimos con una batidora con varillas hasta que este bien mezclado.

Vertemos la mezcla del cazo sobre el mascarpone y yogur griego y lo mezclamos bien con una cuchara hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Ahora lo echamos en un recipiente, preferiblemente con tapa si no lo cubrimos con papel film, lo metemos en el congelador por lo menos 6 horas.

Cuando vayamos a servirlo lo sacamos 30 minutos antes para que no este duro como una piedra.

Hacemos unas bolas con un par de cucharas lo mejor que podamos y las servimos, a mi no es que me hallan quedado como tenia en mente pero lo que realmente importa es el sabor y la cremosidad de este postre.

Pequeños placeres, grandes momentos.
 

Sorbete de naranja

Estoy recibiendo peticiones sugiriendome hacer unas tartas u otros postres para los cuales hay que emplear el horno y la verdad que ahora mismo no me apetece nada encenderlo, ya hace bastante calor como para encima aportarle más, de modo que esta semana me he decantado por hacer un postre que para mi este es sin duda uno de los mejores y más refrescantes para combatir días calurosos como los que estamos teniendo, un sorbete de naranja recien exprimida.

Nos hara falta una batidora, el vaso de la batidora, unas varillas y un par de cuencos grandes.

Mientras escribo esta receta estoy disfrutando del que veis en la foto de abajo, buenísimo, aqui os dejo la receta para que veais con que facilidad vosotros también podreis disfrutarlo.

Ingredientes:

• 350 ml de agua.
• 150 g de azúcar moreno.
• Medio litro de zumo de naranja (4 o 5 naranjas).
• 3 claras de huevo.
• Una pizca de sal.

Elaboración:

Empezamos lavando una de las naranjas y rallamos su piel sin llevar a la parte blanca, reservamos la ralladura.

En un cazo echamos el agua, el azúcar moreno y la ralladura de la naranja, lo ponemos a calentar a fuego medio-alto y removemos de vez en cuando.

Cuando empiece a hervir lo dejamos que hierva 10 minutos y removemos cada par de minutos, una vez pasado esos 10 minutos retiramos del fuego y dejamos que se temple, mientras exprimimos las naranjas y colamos el zumo.

Echamos este almíbar en un cuenco grande y le añadimos el zumo de naranja, lo metemos en el congelador una hora.

En otro cuenco echamos las claras de huevo y la pizca de sal y las montamos a punto de nieve, sabremos que ya están cuando podamos dar la vuelta al cuenco y no se caigan.

Ahora sacamos el recipiente con la mezcla del congelador y echamos las claras montadas sobre ella, con unas varillas suavemente y con movimientos envolventes las iremos integrando, hasta que nos quede una espuma de naranja en la parte superior y el resto del almíbar en la inferior.

Lo metemos en el congelador hasta que vayamos a servirlo, al menos 4 horas.

Unos 20 minutos antes de la hora del postre lo sacamos para que se vaya descongelado, pasado esos minutos cogemos una cuchara y vamos cogiendo tanto de la parte espumosa como la del fondo y echándola en el vaso de la batidora, podéis mezclarlo con cava si os apetece, batimos con la batidora más o menos medio minuto hasta que nuestro sorbete tenga una mezcla homogenea, da para entre 4 y 6 sorbetes, dependiendo del tamaño de los vasos.

Ya solo queda sentarse a la mesa y disfrutarlo en buena compañía, esta bastante frió así que tomarlo con tranquilidad o se enfriaran las ideas.

Pequeños placeres, grandes momentos.
 

Tarta helada de nata, mascarpone y frambuesas

Da gusto que llegue el buen tiempo y con ello el calor, porque con ello apetecen mucho más postres fríos como una tarta helada que es el postre que nos ocupa esta semana, me apetecía hacer uno bien fresquito.

Queda perfecta por nos une en un postre la cremosidad de la nata, el característico sabor que aporta el mascarpone y el toque ácido que notas cuando coges un trozo que lleva una frambuesa.

He usado un molde rectangular de 24x11x8cm.

Ingredientes:

• 250 g de queso mascarpone.
• 50 g de azúcar moreno.
• 500 ml de nata para montar.
• 125 g de frambuesas.

Elaboración:

En primer lugar forramos el molde con papel vegetal, cortamos las esquinas del papel para adaptarlo al molde.

Ahora vamos a empezar con la tarta, montamos la nata,  es importante que la nata es fría y ayuda que las varillas y el recipiente donde la montéis también están fríos.

En un cuenco mezclamos el mascarpone y el azúcar moreno, luego echamos la nata montada sobre el esta mezcla y  con una espatula o cuchara grande removemos con suaves movimientos envolventes hasta integrarlo.

Después añadimos las frambuesas, lavadlas antes, removemos un poco con movimientos envolventes para distribuirlas.

Lo vertemos en el molde y con un cuchillo lo extendemos y alisamos la superficie.

Lo metemos en el congelador y lo dejamos ahí al menos 6 horas.

Pasado ese tiempo ya podemos desmoldarlo sobre una fuente, probablemente tendréis que pasar un cuchillo entre el molde y el papel para poder sacarlo, le he echado unos fideos de chocolate por encima pero si queréis ponerle algo ya lo dejo a vuestra elección.

Guardarlo en el congelador hasta 45 minutos antes de servirlo para que no este como una piedra y podamos disfrutar de su cremosidad a cada bocado, que la disfrutéis.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Crema de coco

Aunque parece que al buen tiempo le esta costando llegar (de hecho mientras escribo esto miro por la ventana y llueve de nuevo) estamos en fechas en las que apetecen postres fresquitos y que no haga falta usar el horno para ello, además se agradece poder disfrutar de un postre cremoso y el coco me encanta, vereis que es tan facil de hacer como una crema pastelera y os llevara 30 minutos.

Con estas cantidades de ingredientes nos da para hacer para 4 personas.
Vamos a necesitar un cazo, unas varillas y una batidora con varillas.


Ingredientes:

• 3 huevos.
• 100 g de azúcar moreno.
• 400 ml de leche de coco.
• 30 g de coco rallado.
• 50 g de harina de maíz.

Elaboración:

Echamos los 3 huevos en un cazo y les añadimos el azúcar moreno, con una batidora con varillas lo batimos un par de minutos.

Añadimos la leche de coco (si esta muy espesa la calentamos unos minutos al baño María y dejamos que temple) y removemos con unas varillas, una vez bien mezclado agregamos el coco rallado y la harina de maíz, volvemos a remover con las varillas.

Una vez que estén los ingredientes completamente integrados lo calentamos a fuego medio sin dejar de remover con las varillas, hasta que espese, más o menos 20 minutos.

Una vez que ha espesado retiramos del fuego y dejamos que enfrié, lo cubrimos con papel film para que no se forme costra.

Cuando la crema este templada la distribuimos en las vasitos donde luego las serviremos, podemos usar una manga pastelera para que nos sea más fácil hacerlo.

Metemos las cremas en la nevera y las dejamos ahí por lo menos 5 horas para que enfríen bien.

Cuando llegue la hora del postre las sacamos de la nevera para comerlas bien fresquitas, que las disfruteis.

Pequeños placeres, grandes momentos

Tarta tres chocolates

Dandole vueltas a que postre podria hacer esta semana me doy cuenta que ha pasado ya un tiempo desde que hice la última tarta, concretamente fue en Febrero, habia que poner el contador a cero y que mejor forma de hacerlo que con la tarta tres chocolates, además no podia faltar en este blog, hoy es el día en que te unes a mi recetario.

Si aun no la has probado te aseguro que tanto si eres de un tipo de chocolate u otro la combinación de los tres es toda una experiencia.

Para hacerla he utilizado un molde desmontable de 22 cm.


Ingredientes:

- Para la base:

• 200 g de galletas María.
• 100 g de mantequilla.

- Para la capa de chocolate negro:

• 200 ml de leche.
• 200 ml de nata para montar.
• 150 g de chocolate negro.
• Un sobre de cuajada.

- Para la capa de chocolate negro:

• 200 ml de leche.
• 200 ml de nata para montar.
• 150 g de chocolate con leche.
• Un sobre de cuajada.

- Para la capa de chocolate negro:

• 200 ml de leche.
• 200 ml de nata para montar.
• 150 g de chocolate blanco.
• Un sobre de cuajada. 
  

Elaboración:

Empezaremos forrando el interior del molde con papel de horno, ponemos una lamina en la base y cerramos el molde, luego untamos las paredes con mantequilla y usamos un par de laminas para cubrir toda la pared interior, cortamos lo que sobresale.

Ahora vamos a hacer la base de galleta, troceamos las galletas en trozos pequeños y luego las echamos en el vaso de la batidora y las pulverizamos con la batidora.

Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos con la galleta triturada en un cuenco, después lo echamos en el molde y con ayuda de una cuchara lo esparcimos por toda la base y compactamos un poco, metemos el molde en la nevera.

Bien pues es el momento de ir haciendo las tres capas de chocolate, el proceso es exactamente igual para cada una de ellas, facil y rapido.

Primero haremos la capa de chocolate negro, después la de chocolate con leche y por ultimo de chocolate blanco que ira arriba del todo.

Ponemos 200 ml de leche y 200 ml de nata a calentar en un cazo a fuego alto, cuando este a punto de romper a hervir echamos el chocolate negro, removemos bien con unas varillas hasta que se deshaga completamente, entonces añadimos el sobre de cuajada, bajamos a fuego medio-alto y removemos constantemente durante 5 minutos.

Echamos esta mezcla en el molde, como es la de chocolate negro queda más espesa que las demas y tendremos que inclinar el molde para que se distribuya por toda la base.

Repetimos el mismo proceso primero con el chocolate con leche para hacer la capa intermedia, cuando vayamos a verterla en el molde no lo hacemos directamente sino que pondremos una cuchara en el centro y verteremos la mezcla sobre ella.

Por ultimo hacemos la capa de chocolate blanco.

Dejamos que enfrie y la metemos en la nevera al menos 6 horas, aunque lo mejor es dejarla toda la noche para asegurarse.

Cuando vayamos a servirla primero pasamos un cuchillo entre el papel del borde y la pared del molde, desmoldamos, retiramos el papel de horno y a comer.

Pequeños placeres, grandes momentos.