Pasteles de arroz

Toda pastelería de Bilbao que se precie debe tener entre su repertorio sus propios pasteles de arroz, todo un clásico de la repostería del País Vasco, de lo mas conocido junto con el pastel vasco, que hare en un futuro y la pantxineta que ya hice en su día y que desde aquí quiero agradecer a mi amiga Noe que me sugeriera hacer ese postre y si alguno de vosotros tiene alguna sugerencia sobre un postre podéis comentármelo a través de las diferentes redes sociales, aquí en el blog o por correo electrónico. 

Pero volviendo a lo que nos ocupa hoy, lo más curioso de este postre es que no lleva arroz por ningún lado, no os engaño, mirad los ingredientes, por lo que he investigado por internet se comenta que en su origen se usaba harina de arroz para hacerlos, con el tiempo se dejo de hacerlo pero el nombre del postre perdura a día de hoy, debe haber alguna pasteleria que aun usa ese tipo de harina en la elaboración de sus pasteles de arroz, podeis utilizarlo si quereis, la cantidad es la misma.

Hacer esta receta es muy fácil y en 50 minutos podréis tener listos vuestros pasteles de arroz. 

Ingredientes:

• Una lamina de hojaldre.
• 125 g de harina de trigo.
• 125 g de azúcar moreno.
• 3 huevos.
• 500 ml de leche.
• 100 g de mantequilla a temperatura ambiente.

Elaboración:

Para hacer nuestros pasteles necesitamos 12 moldes de aluminio para flan de 8cm de diámetro por 4cm de fondo.

Encendemos el horno a 180 grados por arriba y abajo.

Estiramos un poco la lamina de hojaldre con un rodillo para que con un vaso un poco más ancho que los moldes, como medio cm más, podamos marcar y recortar 12 círculos de hojaldre.

Untamos los moldes con un poco de mantequilla y los enharinamos.

Colocamos un circulo de hojaldre en cada molde y con los dedos presionamos en los bordes para ajustarlos a los moldes.

En el vaso de la batidora echamos la harina, el azúcar moreno, los huevos, la leche y la mantequilla, como veis a mi me ha llegado casi hasta el borde del vaso, pero tranquilos, poniendo la batidora a mínima velocidad vamos batiendo hasta obtener una mezcla homogenea.

Repartimos la mezcla entre los moldes hasta casi el borde del hojaldre y los metemos en el horno sobre una rejilla a una altura media-baja, en mi caso la segunda altura empezando por abajo.

Lo horneamos unos 25 minutos hasta que la capa superior coja un tono dorado, luego ponemos calor solo por abajo y dejamos 10 minutos más, sacamos del horno y dejamos que enfríen del todo.

Una vez fríos los desmoldamos y ya están listos para comer, a mi hermano, que le encantan estos pasteles, le han gustado mucho, así que supongo que han salido buenos. 

Que los disfruteis.

Pequeños placeres, grandes momentos.