Tarta de almendra asturiana

Quería rendir homenaje a esta tierra y su gente al igual que hice la semana anterior con mi querida Galicia y he de decir que me ha costado bastante decidir que postre de Asturias hacer porque tienen una repostería de lo más interesante, esta llena de cosas muy ricas de las cuales alguna ya he probado en las ocasiones que he ido allí de visita.

Pero en concreto esta tarta de almendra nunca había tenido el placer de comerla hasta ahora, me decante por ella porque al ver fotos de ella me recordó mucho a la tarta de Santiago, la cual hice hace un tiempo y aunque si me darían a elegir entre una y otra seguramente me quedaría con la de Santiago, por lo que me une a Galicia, he de decir que esta tarta de almendra asturiana está muy buena y me apetecía probarla para comparar ambas tartas.

Es un postre que se hace en unos 40 minutos, con 10 de preparación y luego 30 en el horno y que como veréis ahora siguiendo unos sencillos pasos os quedara perfecta.



Ingredientes:

• Una lamina de hojaldre, preferiblemente circular.
• 3 huevos.
• 200 g de azúcar moreno.
• 250 g de almendra molida.
• Ralladura de un limón.
• 100 ml de anís.
• Azúcar glas.

Elaboración:

Lo primero que debemos hacer el forrar el molde con la lámina de hojaldre, previamente lo untamos con un poco de mantequilla, he utilizado una lamina de 28 cm de diámetro en un molde circular desmontable de 25 cm.

Pinchamos el fondo con un tenedor para que no suba cuando vayamos a hornear la tarta, y el borde lo aplastamos ligeramente con el tenedor.

Con una batidora con varillas batimos los huevos con el azúcar unos 5 minutos, hasta que quede una mezcla bien espumosa.

Añadimos la almendra molida, la ralladura de limón y el anís, removemos con una cuchara o espátula hasta tener una masa bien homogénea.

Ahora vertemos la masa en el hojaldre y con un cuchillo cortamos el hojaldre un centímetro por encima de donde acaba la masa para que quede igualado.

Lo metemos en el horno a altura media durante 30 minutos, comprobamos si está hecho clavando un cuchillo o palillo y si sale limpio apagamos el horno y dejamos que repose dentro con la puerta abierta 5 minutos.

Sacamos del horno y dejamos que enfrié del todo, luego desmontamos el molde, espolvoreamos azúcar glas por encima y a disfrutar.

Pequeños placeres, grandes momentos.