Ha pasado ya un tiempo desde la última vez que hice panna cottas y es un postre que gusto mucho a aquellos que tuvieron la oportunidad de probarlo, en aquella ocasión fue una Panna cotta de vainilla con coulis de frambuesa que algunos de vosotros me habéis comentado que probasteis a hacer la receta y os encanto.
En esta ocasión me he decantado por hacerla de café, ¿Café de postre o postre de café? Que mejor para los amantes del buen café y los postres que unirlos en uno que nos ofrece una suave textura y el característico sabor de café.
Este flan italiano, como también se le conoce, es realmente muy fácil de hacer, si sois aficionados al mundo de la repostería es muy probable que todos los ingredientes los tengáis a vuestra disposición en la cocina, solo necesitáis 20 minutos y os dará para hacer 8 más o menos.
Ingredientes:
- Medio litro de nata.
- 125 ml de leche.
- 80 g de azúcar moreno.
- 75 ml de café recién hecho.
- 5 hojas de gelatina.
Elaboración:
Vamos a empezar cogiendo las hojas de gelatina y poniéndolas a hidratar en un cuenco con agua.
Mientras tanto en una cazuela vertemos la nata y la leche, ponemos a calentar a fuego medio alto y añadimos el azúcar moreno, mientras se calienta vamos removiendo lentamente con unas varillas para que el azúcar se disuelva.
Cuando veamos que comienza a hervir retiramos del fuego, agregamos el café y las hojas de gelatina, bien escurridas, volvemos a remover con las varillas para que todos los ingredientes se integren bien y sobretodo que la gelatina se disuelva completamente, con un par de minutos sera suficiente.
Ahora vertemos la mezcla en vasitos o moldes para flan y dejamos que se temple, después los metemos en la nevera y dejamos enfriar al menos 4 horas para que cuaje bien.
Tras este tiempo ya podemos servirlas, solas o acompañándolas de algún sirope, fideos de chocolate, nata montada, etc.
Pequeños placeres, grandes momentos.
Son un postre muy tipico en Navidad pero cualquier momento es bueno para hacer estos clasicos bocaditos de chocolate, la diferencia con las trufas tradicionales es que a estas les he añadido el toque de la crema de orujo, que las hace aun más buenas si es posible.
Personalmente el resultado me ha gustado mucho, pero si no os gusta la crema de orujo simplemente teneis que optar por no incluirla para hacer unas trufas de chocolate tradicionales.
Solo tardareis 15 minutos en hacerlas y os dara para hacer unas 12 trufas.
Ingredientes:
- 200 ml de nata.
- 200 g de chocolate negro.
- 15 g de mantequilla.
- 70 ml de crema de orujo.
- Cacao en polvo.
Elaboración:
Echamos la nata en un cazo y la ponemos a calentar a fuego alto, cuando empiece a hervir apagamos el fuego y añadimos el chocolate troceado, removemos con una cuchara hasta que estén bien mezclados.
A continuación añadimos la mantequilla y la crema de orujo, removemos bien y echamos la mezcla en un cuenco, dejamos que enfrié y lo metemos en la nevera durante 6 horas.
Pasado ese tiempo podemos hacer nuestras trufas, echamos cacao en polvo en un plato, vamos cogiendo porciones de masa de trufa del tamaño de una nuez y les damos forma de bola con las palmas las manos.
Pasamos las bolas por el cacao en polvo hasta cubrir toda la superficie de las trufas y las metemos en el congelador hasta el momento en que vayamos a comerlas.
Como veis es una receta tremendamente sencilla y que basta con sacar un poquito de tiempo para disfrutarlas.
Pequeños placeres, grandes momentos.
Ha pasado tiempo desde que hice una mousse de postre y esta semana se me ha antojado hacer de nuevo, le estuve dando bastantes vueltas a ver de que podia hacerla y un día recordé algunos de los postres que he hecho en los que he utilizado el mascarpone (tiramisú, flan de queso, semifrio de fresa, etc), la cremosidad que aporta, además de un ligero toque ácido y que quedaría muy bien hacer una mousse de este tipo de queso.
Así que me puse a realizar tareas de investigación y desarrollo y este el resultado, una ligera mousse de textura muy agradable, para la receta basicamente hay que hacer tres elaboraciones y luego integrarlas por lo que es muy sencilla y podreis hacerla en unos 30 minutos.
Ingredientes:
- 250 g de queso mascarpone.
- 3 huevos.
- 200 ml de nata para montar.
- 75 g de azúcar moreno u 8 g de stevia.
- Una pizca de sal.
- Galletas María.
Elaboración:
Vamos a comenzar separando las yemas de las claras.
En un cuenco echamos las yemas y el azúcar moreno (podéis usar azúcar blanco, personalmente me gusta más el moreno) o stevia, con una batidora con varillas las batimos durante 5 minutos e incorporamos el queso mascarpone, removemos bien con una cuchara hasta que nos quede una crema homogenea.
En otro cuenco montamos la nata (que este bien fría y el cuenco también) la añadimos a la mezcla anterior, con una cuchara y suaves movimientos envolventes vamos integrando la nata montada.
Cogemos las claras y le echamos la pizca de sal, las montamos a punto de nieve, que podamos dar la vuelta al cuenco y no se caigan.
Echamos la mitad de las claras montadas en la mezcla anterior y mezclamos nuevamente con movimientos envolventes, una vez integradas echamos la otra mitad y repetimos, tomaos vuestro tiempo en esto, es importante que las claras no pierdan volumen.
Echamos unos 100 g de galletas María troceadas en el vaso de la batidora y las trituramos hasta obtener polvo de galleta.
Ahora, para que el postre aparte de bueno quede bonito, cogemos unas copas y echamos un par de cucharaditas de galleta en polvo en el fondo y las rellenamos con una cuchara con mousse, las metemos en la nevera y dejamos enfriar por lo menos 2 horas, os dara para hacer más o menos 9 unidades.
En el momento de servirlas decoramos con almendras crocanti, fideos de chocolate, sirope de fresa, etc, lo que más os apetezca.
Ya la tenéis lista para degustar.
Pequeños placeres, grandes momentos.
