A continuación vais a ver que esta receta es muy fácil de hacer y que en poco más de una hora podréis tenerlas listas.
Ingredientes:
- 2 huevos.
- 120 g de azúcar moreno.
- 200 ml de leche.
- Ralladura de un limón.
- 50 g de mantequilla.
- 85 ml de anís.
- 600 g de harina.
- 15 g de levadura.
Elaboración:
Para hacer nuestras rosquillas vamos a empezar echando los dos huevos en un cuenco grande y con unas varillas los batiremos bien, a continuación añadimos la leche y el azúcar moreno y lo mezclamos todo.
Después agregamos la ralladura de limón, la mantequilla y el anís (he utilizado 85 ml pero podéis echar más o menos, a vuestro gusto), removemos bien hasta que estén todos los ingredientes completamente integrados.
Mezclamos la harina con la levadura y se la añadimos a la mezcla anterior, removemos primero con una cuchara y para terminar amasamos con las manos (para que no se nos pegue a las manos nos las untamos con un poco de aceite), cuando tengamos una masa homogénea hacemos una bola, tapamos el cuenco con un trapo y la dejamos reposar 40 minutos.
Ponemos abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto, volvemos a untarnos las manos con aceite y vamos haciendo nuestras rosquillas, para ello cogemos un trozo de masa del tamaño de una nuez, formamos una bola y le hacemos el agujero en el centro y las freímos hasta que estén bien doradas, vigilamos que no se nos quemen.
Cuando estén hechas las ponemos en un plato o bandeja, mejor si ponemos una servilleta para que absorba el aceite, dejamos que enfríen y antes de servir espolvoreamos azúcar glas sobre ellas, con esta masa os dará para hacer entre 25 y 30 unidades.
El resultado son una buenísimas y esponjosas rosquillas, espero que os gusten.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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