Ingredientes:
- 750 g de queso fresco.
- 3 huevos.
- 100 g de mantequilla.
- 125 g de harina.
- 150 g de azúcar moreno.
- 5 g de canela en polvo.
- Ralladura de un limón.
Elaboración:
Para comenzar vamos a precalentar el horno a 180 grados por arriba y abajo.
En un cuenco ponemos el queso fresco y lo aplastamos con un tenedor hasta obtener una pasta granulosa, le añadimos la canela en polvo y la ralladura de limón y lo mezclamos bien con ayuda de una cuchara.
En otro cuenco ponemos la mantequilla (mejor si esta a temperatura ambiente) y con una batidora con varillas la removemos hasta que quede con una textura cremosa, a continuación le incorporamos los huevos y el azúcar moreno y lo mezclamos con la batidora hasta que los ingredientes se integren completamente.
Ahora añadimos la mezcla de queso fresco, canela y ralladura de limón, removemos y por último tamizamos la harina sobre la mezcla y volvemos mezclarlo todo bien.
Untamos el interior del molde (mejor si es desmontable) con mantequilla y lo enharinamos, vertemos nuestra mezcla en él, espolvoreamos un poco de canela sobre la superficie y lo introducimos en el horno durante 45 minutos aproximadamente, veremos como se hincha hasta doblar su tamaño.
Cuando la superficie adquiera una tonalidad dorada estará listo, lo sacamos del horno y dejamos que enfrié, la quesada ira bajando a medida que se enfría.
En una hora aproximadamente tendréis hecha vuestra quesada pasiega, luego con dejarla enfriar un par de horas estará lista para comer.
Pequeños placeres, grandes momentos.
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